Según los datos que maneja la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), este pasado año 2010 los ingresos de las operadoras de móviles por los SMS han descendido un 19,8%, en tasa interanual, hasta situarse en los 1.260 millones de euros, lo que supone el tercer año consecutivo de descenso.
¿A qué se debe esta caída en los ingresos?
Principalmente a la aparición con fuerza de los smartphones y de las aplicaciones de mensajería instantánea, generalmente gratuitos, o de coste muy bajo, que han ido comiendo terreno a los SMS, de pago.
Así, aplicaciones como WhatsApp, Blackberry Messenger, Live de Microsoft Windows, Skype o Messenger, así como la esperada iMessage de Apple, permiten a los usuarios entablar conversaciones a través de mensajes de texto instantáneos, y, lo que es más importante, gratuitos.
¿Desaparecerán los SMS?
En este aspecto los analistas del mercado de la telefonía móvil tienen dos visiones que pueden resultar contradictorias, pero que si se analizan con detenimiento gozan de mucha lógica.
Es evidente que con el paso de los años las aplicaciones de mensajería instantánea de los smartphones seguirá ganando cuota de mercado debido a las claras ventajas que ofrecen a los usuarios.
Sin embargo, estas aplicaciones tienen una debilidad y es que no pueden interconectarse entre sí. Es decir, un usuario de WhatsApp no puede enviar un mensaje a un usuario de Blackberry Messenger, ni viceversa. Y lo mismo sucede con todas estas aplicaciones.
Hay surge, entonces, un nicho de mercado para los SMS que pueden ser enviados a todos los móviles por igual, independientemente de modelos y marcas.
Por tanto, aunque los SMS (y, por supuesto, los MMS) irán perdiendo cuota de mercado, conseguirán con el paso del tiempo una convivencia más o menos armonizada con estas aplicaciones de los smarthpones.
