Cómo puedes ahorrar 1000 euros al año

Ahorrar es una decisión que conlleva dos actitudes básicas; convencimiento y disciplina. Para quien no desea ahorrar, quien entiende que es mejor mantener un equilibrio entre el consumo y el ingreso, será muy difícil convencerse de las posibles bondades del ahorro y desde luego mantener la tensión necesaria que le obligue a renunciar a determinadas cosas, sin embargo, quien posee la convicción de la necesidad de ahorrar, bien por principios o bien por un objetivo determinado, se puede poner en práctica un gran número de ideas para mejorar su ahorro; éstas son algunas que en conjunto pueden permitir un ahorro real que alcance hasta los 1000€ anuales, eso sí, requiere  mucha disciplina.

No vamos a entrar en este artículo en el debate de la necesidad o no de ahorrar o los objetivos que pueden llevar a cada uno al ahorro. Es cierto que existen un grupo muy amplio de personas para quienes el ahorro es importante y una parte básica de su economía doméstica, y otro grupo que considera que el ahorro no es tan necesario. Sin olvidar, por supuesto, que existe otro gran grupo, aquel para el que resulta difícil plantearse ahorrar en relación a sus gastos e ingresos.

Arrorar mil euros al año

 Ya hemos dicho que el ahorro es disciplina, por eso, la gran mayoría de ideas que vamos a presentarles para buscar ese ahorro de 1000€ anuales parten de dos premisas:

  • Convicción de la necesidad para ahorrar
  • Hasta el momento no se han aplicado grandes medidas de ahorro

Obviamente si no se posee la convicción del ahorro difícilmente podemos poner en práctica nada de manera consistente, mientras que, por otro lado, si ya llevamos a cabo planes rigurosos de ahorro, las siguientes medidas tal vez ya estén incluidas dentro de dichos planes, aún así, en ese caso, puede encontrar alguna más que añadir o modificar.

El tarro de las monedas una buena manera de empezar a ahorrar esos mil euros

No es tanto por el ahorro  y si por introducir de manera sólida la costumbre de ahorrar en nuestros hábitos. Se trata simplemente de obligarlos a guardar diariamente de manera física y visible (por eso lo del tarro de las monedas) parte de la calderilla de nuestros bolsillos o que ronda por casa. Debemos poner un mínimo, por ejemplo, 0,5 euros es una cantidad mínima aceptable (incluso menos)

Lo importante en este caso es no olvidar nunca aportar esa calderilla, y no utilizar esa calderilla hasta pasado un periodo determinado, pongamos un año. Esto es disciplina de ahorro.

En este caso el ahorro no tiene por qué ser muy elevado una media si lo hacemos en mínimos ahorraremos unos 14€ mensuales, de aquí a final de año por ejemplo eso supondría algo más de 40€ o, estirando el período un año, 168€.

revisar contratosLa revisión de los contratos otra forma de buscar cómo ahorrar en actos cotidianos

Este es un momento idóneo para revisar los contratos de suministros. Si no lo hemos hecho con anterioridad (una de las premisas que citábamos al comienzo) nos sorprenderemos del ahorro real que podemos llegar a obtener con Un poco de paciencia y un mucho de comparativa entre ofertas. Los principales y gastos periódicos recibos a revisar son:

  • Telefonía e Internet
  • Energía eléctrica
  •  Seguros
  • Productos financieros

 Es evidente que cada uno de estos cuatro grupos necesita de un desarrollo propio, pero, de momento nos basta saber que simplemente a partir de la comprobación de las ofertas existentes y la elección de las más adecuadas podemos obtener ahorros verdaderamente asombrosos, más limitados por ejemplo en el caso de la energía eléctrica o la telefonía en Internet, donde las diferencias no son tan grandes pero, en el caso de los seguros o productos financieros, estas diferencias sin pueden ser realmente sustanciales.

No sería raro en absoluto obtener descuentos superiores al 25% en los seguros, obtener la eliminación de las comisiones y ahorrar porcentajes en el entorno al 15% o 20% en la mejora de las condiciones de nuestros productos financieros, también podemos optar a mejorar al menos en un 15% las condiciones de nuestra telefonía e Internet, y, en el caso de la energía eléctrica, podemos aspirar a mejorar entre un 5% y un 10% nuestras facturas a partir de la revisión de los contratos y la contratación de otras opciones. Todo esto en conjunto puede suponer un ahorro superior a los 400€ anuales.

Buenas prácticas energéticas uno de los mejores caminos para ahorrar en recibos

Aunque se podría llevar más allá, nos vamos a centrar en este caso el dos facetas en las que las buenas prácticas energéticas, la aplicación de conceptos sostenibles y un poco de sensatez nos van a ayudar a obtener un ahorro realmente notable:eficiencia energetica

  • La eficiencia energética en casa: En el entorno del hogar suele ser una fuente de derroche energético más que notable, tanto por lo que supone de poca eficacia energética, como por el hecho del dinero extra que invertimos en esas malas prácticas, modificar nuestros hábitos y plantearnos convertir nuestro modelo de vida más eficiente nos va a permitir un ahorro verdaderamente importante que se suele cuantificar al menos en el 30% de la factura de la luz.
  • La eficiencia energética en la conducción: La conducción sostenible o conducción eficiente, es un modelo de conducción que ha ganado una discusión muy amplia a nivel europeo y que en nuestro país ya se entiende como no sólo una manera de ahorrar sino también una manera de conducción sostenible. Tanto el ahorro de combustible como en el mantenimiento general del vehículo puede suponer un coste anual en relación a nuestro estilo de conducción habitual en torno al 20% de los gastos que el auto nos genera.

Simplemente cambiando estos dos modelos de gestión nos encontramos con un ahorro que puede superar ampliamente los 300€ anuales

Revisa tus costumbres y gastos superfluos, la guinda del pastel del ahorro en actos cotidianos

Lo anterior, como hemos podido comprobar, se basaba prácticamente de manera exclusiva en la comparación de nuestros gastos y la mejora a partir de decisiones prácticas. Hay otros gastos en los que resulta más difícil tomar la decisión ya que influyen cuestiones como los pequeños placeres cotidianos, o lo que consideremos importante cada uno, que obviamente de persona a persona ya es diferente.

 Sin embargo, no harías mal en revisar tus costumbres y los posibles gastos superfluos que tengas.Vamos a poner dos ejemplos pero realmente podrían ser muchos más:

  • El agua embotellada es irrenunciable para muchas personas, sin embargo, renunciar al agua embotellada puede llegar a suponer un ahorro cercano a los 250€ anuales, del mismo modo, curre con otras acciones como renunciar a un café diario fuera de casa, renunciar al pincho fuera de casa, etc.
  • Para muchas personas existen gastos irrenunciables que para otras no lo son tanto, por ejemplo, la televisión de pago, éste es un gasto sensible que puede suponer, por ejemplo, la diferencia entre tener unas vacaciones mejores o peores en el verano (calcule un gasto medio sobre 40€ Por 12 mensualidades) habrá quien se pueda plantear renunciar y habrá quién no, pero lo innegable es que resulta un gasto que eliminado proporciona un ahorro más que sensible.

En general resulta como decíamos interesante revisar nuestros gastos y decidir de cuáles podemos prescindir en favor de aumentar el ahorro.

 

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