Cómo ahorrar agua

Ahorrar agua debería de ser una obligación ética de todas las personas, independientemente de que estuviéramos en época de sequía, o no, porque si hace unos años nos devanábamos los sesos en busca de una forma de ahorrar agua de manera eficiente, ahora parece que ya no nos importa, porque ya no tenemos sequía y es como si pudiéramos malgastar el agua, lo cuál es un error grave en el que no se debe incurrir.

Y es que entre todos tenemos que luchar por ahorrar agua, un bien al que damos poco valor pero que será fundamental en el futuro más inmediato, un futuro que está más cerca de lo que nos pensamos y en el que acabaremos por echar de menos el líquido elemento, lamentando todo este derroche que nos empeñamos en hacer.

Así que vamos a ver unos pequeños consejillos para ahorrar agua:

1. Utiliza el agua de la secadora: Cada vez que utilices la secadora en tu casa sabes que se te llena el depósito de agua evaporada y que normalmente tiras por el fregadero, con lo cuál estás desperdiciando una gran cantidad. ¿Qué te parece si aprovechamos ese agua? Bastaría con que utilices ese agua para llenar el cubo de la fregona, por ejemplo, o para regar las plantas. Así es agua que has creado tú mismo, por evaporación, y que no has necesitado de utilizar del suministro público, con lo que estarás haciendo un doble favor.

2. Utiliza el agua de la ducha: Cada vez hay menos comunidades de vecinos con el agua caliente centralizada por todos los problemas que ello ocasiona, y cada vez hay más, por tanto, que montan calderas de agua caliente individuales de forma que cada uno paga lo que gasta. Sin embargo, estas calderas tienen un problema y es que tardan un tiempo en calentar el agua que nos llega hasta la ducha, un tiempo en el que dejamos el agua correr para que tire de ese agua caliente. Ese agua acaba yéndose por el desagüe sin ningún uso. ¿Qué te parece si le sacamos una utilidad? Bastaría con que colocaras una botella o un pequeño cubo junto a la ducha, y lo llenaras con el agua que normalmente tirabas. Después este agua lo puedes utilizar para regar las plantas o para el cubo de la fregona, o para cualquier cuestión para la que necesites agua.

3. Evita los goteos: Los goteos de agua suelen pasar desapercibidos en la mayoría de las ocasiones. Cómo vemos que cae poco a poco nunca lo arreglamos, y acabamos por desperdiciar una gran cantidad de agua casi sin darnos cuenta. Por ello es conveniente repasar todas las tuberías, todos los empalmes, todos los lugares por donde pase el agua para asegurarnos de que no hay ninguna fuga, y, por supuesto, también los grifos. Necesitamos que estén en buena condición, que no goteen.

Así, con tres pequeños consejos que no van a ningún lado conseguiremos ahorrar una buena cantidad de agua, lo cuál será bueno para nuestra factura y para el medio ambiente.

Publicidad
Comments are closed.