Las marcas blancas no son más que aquellos productos que las grandes superficies empaquetan con sus propia blanca, con lo que suele tener las mismas características, o parecidas, a los productos de marca, ya que son fabricados por los mismos productores, pero tienen la gran ventaja de ser mucho más económicos, con lo que los consumidores pueden ahorrarse una buena cantidad de dinero.
¿Cómo ahorrar comprando marca blanca?
La clave está en buscar la marca del propio supermercado en tu compra diaria y una vez que lo hayas hecho puedes comparar el precio del mismo producto con el producto de marca. Verás que la diferencia precio es notable, a la vez que, en muchas ocasiones, encontrarás que se trata del mismo productor, lo cuál no deja de sorprender.
Si consumes todos tus productos de marca blanca notarás un cambio significativo en tu presupuesto y verás como a final de mes te habrás ahorrado una gran cantidad de dinero.
Sin embargo, es evidente que no todas las marcas blancas son iguales. Hay unas mejores y otras peores, por ello lo mejor es ir comparando una y otra hasta que des con la que más se parezca en sabor y en calidad a la marca que sueles comprar de un producto en particular.
Por ejemplo, la marca blanca de Mercadona tiene un gran prestigio gracias a que goza de una gran calidad y a que es política de empresa, porque la empresa valenciana busca ofrecer a sus clientes su propia marca y la líder del mercado.
