Cómo conseguir riqueza ganando poco.

felicidad

La mayoría de las personas cuentan con unos ingresos que dan para lo justo: vivir, comer, algo de ocio y en ocasiones con suerte algún capricho como puede ser un viaje o un móvil nuevo.

La manera más fácil de conseguir riqueza es acumular grandes cantidades de ingresos, esto lo pueden conseguir las personas que tienen grandes sueldos o aquellas que reciben altos dividendos por algún tipo de inversión pero desgraciadamente, no todo el mundo tiene la opción de acceder a ellos.

Por tanto, lo complicado es enriquecernos recibiendo ingresos bajo o medios.

Para empezar, ¿Qué entendemos por riqueza?

Estamos considerando que para una persona con ingresos moderados, poseer riqueza consiste en tener una calidad de vida aceptable y además ir consiguiendo unos ahorros que nos de buena libertad financiera.

¿Cómo se puede conseguir?

Siguiendo estas claves se pueden conseguir grandes descuentos que ayudarán enormemente al ahorro:

  • Comparar, no conformarse con la primera opción que se encuentra. En internet hay multitud de comparadores de viajes, seguros, hoteles…  Pero esta no es la única posibilidad. Comparar manualmente puede resultar un poco más trabajoso pero muchas veces da muy buenos resultados. Parece mentira como muchas veces el mismo vuelo en las mismas fechas tiene precios totalmente diferente dependiendo de dónde se busque.
  • Elegir ofertas menos comerciales. Si lo que se desea en este caso es hacer un viaje en verano, elegir Septiembre o Junio siempre sale mucho más barato. Durante los meses de Julio y Agosto los precios de los alojamientos se disparan, al igual que el de los medios de transporte.
  • Reservar con antelación. En el caso de los billetes de avión, por ejemplo, las ofertas más baratas se encuentran con unos 3 meses de antelación. En el momento de reservar alojamiento, al igual que cuando se compra en rebajas, las ofertas con mejor relación calidad-precio son las primeras que desaparecen. Por esa razón es importante darse prisa cuando hay buenas ofertas.
  • Ser flexible. Si no se va con una idea fija, se consiguen precios mucho más bajos. Al reservar un alojamiento, puede que entrar un día más tarde o más pronto suponga descuentos muy importantes, al igual que si no se va con la idea de ir a un sitio en concreto, si no que se busca, en general, sitios en el levante. También sucede esto con la restauración, adaptarnos al sitio con mejores precios u ofertas temporales en vez de ir a un sitio cueste lo que cueste, por lo general, suele ser la mejor opción.

Seguir estos pasos (no solamente a la hora de realizar viajes sino también cuando se va a realizar una mudanza, a hacer una reforma, a comprar ropa, a organizar un evento, etc.) nos permite realizar actividades que de otra forma quizá no hubiéramos podido llegar a permitirnos y, si se hace de una manera correcta y organizada, ahorrar dinero para darnos algún que otro capricho.

Publicidad