Cuidado con el marketing: sí somos tontos

La mayoría de personas piensan que la publicidad y el marketing no afectan a sus decisiones a la hora de comprar un producto. Y es que por naturaleza nos creemos buenos consumidores, buscadores de gangas capaces de comprar más barato y mejor que el resto, pero la verdad es muy diferente. De hecho, somos mucho más influenciables de lo que pensamos o haciendo referencia al famoso anuncio de Media Markt, ‘SÍ somos Tontos’ y no sabemos comprar.

Un estudio sobre la percepción del precio por parte de los consumidores ha desveñadp que ni somos tan independientes ni tan listos como muchas veces creemos a la hora de comprar. En realidad lo que pone de manifiesto es en más de una ocasión que nos equivocamos cuando pensamos que estamos comprando en el sitio más barato. El informe analiza diferentes tiendas de retail tanto en informática como en moda y otros sectores en función de los precios reales de sus productos y la percepción de los usuarios sobre este precio. Este campo del marketing, que se conoce como price perception reune las diferentes técnicas para que los usarios crean que los artículos de una tienda o marca cuestan menos de lo que en realidad cuestan. Es decir, bajar el precio ‘mental’ pero no el real.

En este sentido, una cadena puede tener fama de ser muy barata cuado en realidad no es. Lo peor es que ese sentimiento del usuario es más determinante que el precio real del artículo y sin saberlo acudiremos finalmente a ese establecimiento a cerrar la compra. El mejor ejemplo es Media Markt, que a base de agresivas campañas de publicidad, una estudiada política de ofertas especiales y todo un arsenal de carteles en la tienda logra que los clientes piensen que es entre un 4,7 y un 6% más barata que la realidad.

Al final parece que campañas como el famoso “Yo no soy tonto” o “El gustazo de comprar al mejor precio” terminan calando en nuestro subsconciente, aunque el realidad el “gustazo” sea para Media Markt. En el lado contrario se encuentran tiendas como Boulanger o Fnac, que se perciben como un 2,3% y un 3,1% más caras de lo que realmente son.

Lo mismo ocurre en el sector de la moda femenina donde tiendas como Zara o Marks&Spencer se perciben como más baratos que lo que luego indican sus precios, en tanto que H&M se ve como una marca más cara de lo que en realidad es. Aunque hay diferencias por países, lo que no cambia en líneas generales es la tendencia a considerar una ‘tienda’ cara o barata.

Y lo peor de todo es que además de no saber comprar y dejarnos enganar como ‘tontos’, nos nos gusta lo más caro.

En cualquier, el mejor consejo para no caer en estos trucos es comprar precios previamente y una vez dentro de las grandes superficies, saber que sus ofertas suelen ser realmente baratas, pero que el resto de artículos tienen el mismo precio o incluso superior al de otros establecimientos con peor fama, a excepción generalmente de El Corte Inglés.

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