Cuidando el agua, cuidas tu bolsillo

El agua es un recurso que aparenta ser abundante, sin embargo, la cantidad de agua dulce que hay en la tierra, es decir, la apropiada para el consumo humano, es de menos del 1%.
Debemos saber que con pequeños actos de ahorro de agua en nuestros hogares, garantizaremos que este recurso pueda llegar a muchas más viviendas.
Económicamente hablando, puedes estar seguro de que tus finanzas te lo agradecerán.

A continuación te detallamos algunas técnicas que te ayudarán a vivir confortablemente sin tener que derrochar el agua, y ahorrando alrededor del 50 % del agua que utilizas diariamente.

  • Revisa todas las tuberías de la casa para verificar que no goteen. Caso contrario, cámbialas de inmediato.
  • Mientras esperas que el agua se caliente, pon un balde para recoger el agua que cae y guárdala para otra ocasión. Puedes usarla por ejemplo para lavar el coche, regar las plantas, limpiar los pisos, etc.
  • Al tomar un baño, intenta que sea en un tiempo breve. De otro modo, luego de mojarte cierra el grifo mientras te enjabonas y vuélvelo a abrir para enjuagarte.
  • Opta por usar la ducha en vez de la bañadera. Pero si prefieres esta última, procura llenarla sólo hasta la mitad.
  • Si el tanque de descarga de tu baño es de 8 litros, pon una botella con agua dentro de él y conseguirás que éste utilice menos cantidad de agua en cada descarga.

  • No uses el inodoro para tirar basura. Además de que pueden taparse las cañerías, estarás derrochando demasiada agua.
  • No dejes el grifo abierto mientras te rasuras o te cepillas los dientes. Ábrelo sólo para enjuagarte.
  • Lava las verduras llenando un recipiente con agua y un poco de vinagre para desprender cualquier desecho, luego llena otro recipiente con agua limpia para enjuagarlas.
  • No pongas alimentos congelados abajo del chorro de agua caliente para descongelarlos. Hazlo colocándolos en la nevera.
  • Utiliza un balde con agua para lavar el coche o baldear los pisos. Olvídate de la manguera.
  • No cortes el pasto al ras, déjalo crecer varios centímetros. Con esto lograrás que se mantenga mejor la humedad y así no tendrás que regar el jardín con tanta frecuencia.
  • Barre bien el patio, la terraza o la vereda antes de mojarlos. Luego utiliza un balde con agua para limpiar. Evita el uso de mangueras.

Siguiendo estos consejos no sólo estarás ayudando al planeta sino también cuidando tu economía. En poco tiempo percibirás la diferencia.

http://youtu.be/Lfgip2eP9NE

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