¿Se puede invertir sin saber de finanzas?

Una pregunta a priori sin sentido y a la que la mayoría contestaría con uno sonoro «NO» como respuesta. Sin embargo, inversión y conocimientos financieros no tienen por qué ir de la mano. Sigue leyendo y verás cómo es posible invertir sin tener que aprender de bolsa, fondos o de inversión.

Ahorrar no es fácil, pero por lo menos está al alcance de todo el mundo. Al final, basta con proponérselo, hacer números y planificarse, así como con renunciar a algunos caprichos para ver cómo el dinero se acumula en nuestra cuenta del banco. Sin embargo, ¿es suficiente sólo con juntar capital? la pasada semana vimos claramente que no. Además hace falta invertir. ¿Por qué? Primero porque el dinero pierde valor con el paso del tiempo -el efecto de la inflación- y segundo porque sino el proceso hacia nuestra libertad financiera o simplemente hacia un retiro dorado será más largo de que pensamos.

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La diferencia entre ahorrar e invertir y sólo ahorrar es muy fácil de ver. Esto es lo que ocurre para una rentabilidad anual del 4% TAE que se paga todos los meses

Ejemplo de como funciona el interés compuesto

Y si hacemos el cálculo con un rendimiento del 4% anual que se paga al final de año, esto es lo que ocurre al cabo de una década con esos 1.200 euros:

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Ahora que ya tienes clara la diferencia seguro que estás pensado qué estoy haciendo para lograr esa rentabilidad. Desde aquí te dejamos una calculadora gratuita para evaluar si estás haciendo lo correcto y si estás haciendo todo lo que puedes.

¿Qué conocimientos hacen falta para invertir?

Uno de los consejos más repetidos es que para enfrentarse a los mercados hace falta una sólida formación. Y lo cierto es que es una gran verdad. Comprar acciones sin saber nada de bolsa, sólo porque un amigo nos ha recomendado o porque hemos leído algo en prensa es casi como jugar a la lotería. ¿Cuáles son las opciones? ¿Hincar los codos repasando rentabilidades de fondos? ¿Formarse para invertir en bolsa? Desde luego eso sería lo idóneo, pero tampoco aseguraría el éxito.

Sin dejar de lado la importancia de la formación en cuestiones de ahorro e inversión, si los mercados no te atraen pero sí eres consciente de la necesidad de sacar rendimiento a tu dinero, bien puedes recurrir a un asesor financiero para que te ayude. Tenemos la errónea concepción de que la figura del asesor está reservada para las grandes fortunas y la realidad es que los hay de todos los tipos y para todos los bolsillos. Evidentemente las ‘vedettes’ de la inversión no aceptarán patrimonios inferiores 1 millón de euros e incluso más, pero también hay quienes se manejan en cifras más asequibles y a quienes les bastará con 10.000 euros para armar una cartera para sus cliente.

Al final, como ocurre con los fondos de inversión, sólo se trata de un punto de entrada y el que impone una inversión mínima de 30.000 euros no tienen por qué ser peor que quien acepta entradas desde 1.000 euros. Sólo hace falta darse un paseo por MorningStar para darse cuenta. En materia de inversión bien podría usarse esta frase de Mark Zuckerberg «hecho es mejor que perfecto» o, en este caso, «empezar a invertir es mejor que esperar la oportunidad perfecta». Y si para ello necesitas ayuda, busca a tu asesor financiero, compara entre varios y elije el que mejor se adapte a tu perfil inversor y a tu forma de ver la vida y las finanzas.

Imagen – ShutterStock

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