Si el lector vive de alquiler, o acostumbra a comprobar los diferentes precios de alquiler, es más que probable que en los últimos meses (aunque realmente en los últimos años pero menos acentuado) los precios han ido disminuyendo hasta alcanzar bajadas realmente representativas que, junto a las medidas que se supone han de implantarse para impulsar el alquiler, tendrían que ser la base para el relanzamiento del mercado de alquiler del que tanto se ha hablado.
Pero además, a la par que, efectivamente, evolucionan los precios (a la baja) también evolucionan las condiciones de alquiler, que no hace tanto tiempo eran ciertamente restrictivas y que ahora no lo son tantos y que pueden comenzar a plantearse la opción del alquiler como una opción en la que, al menos con respecto a tan solo hace un par de años, se puede ahorrar dinero en forma de menos fianzas y gastos atribuidos.
Por ejemplo, los niveles de fianza, que antes se fijaban mayoritariamente en dos meses, ha vuelto a situarse mayoritariamente en un único mes de fianza, que según un estudio del portal enalquiler ocupa ya el 72% de los contratos.
Otras condiciones restrictivas antaño, como eran la obligatoriedad de presentación de contratos indefinidos y avales bancarios, se ha reducido también, en el primero de los casos no más del 30% de los contratos que se firman presentan esta exigencia, mientras que tan sólo el 27% exige aval bancario, algo que por ejemplo contrastan vívidamente con los datos del año 2008, donde eran prácticamente el 73% de los contratos de alquiler los que venían exigir el citado al bancario.
En general, revisando apartado por apartado de estas condiciones de acceso a los alquileres, vamos a encontrar similitudes; es decir, un nivel de exigencia mucho menor a todos los efectos que se combina con una bajada de precios más que notable: ¿los motivos? Resultan obvios, por un lado un mercado que ha crecido de manera espectacular en el número de viviendas en oferta de alquiler, buena parte de ellas provenientes del mercado de compra-venta en el que se ha mantenido inmovilizadas durante mucho tiempo, y por las que, antes de mantenerse cerradas y generando gastos, los propietarios prefieren obtener rendimientos menores que antaño pero, rendimientos a fin de cuentas. Por otro lado también es innegable que la dificultad de acceso a la financiación en la compra de viviendas, genera un aumento de personas que eligen el alquiler como opción viable, a semejanza de lo que ya ocurrió hace muchos años en otros países europeos.