Son muchos los consumidores que tienen problemas con sus productos recién comprados. La mayoría de las veces no conocemos con exactitud los derechos que tenemos como consumidor, y tampoco las garantías o prestaciones que tiene nuestro producto o el propio establecimiento de compra.
Un producto tiene que ser vendido en perfecto estado y cumplir todas las características que se le atribuyen. Por ejemplo la vida útil, que es el tiempo que el producto tiene que dar el máximo rendimiento y cumplir sus funciones perfectamente, tiene que tener una duración razonable.
Cuando un producto se estropea, siempre se puede cambiar o reparar sin coste alguno. Así lo estipula la garantía legal. La cual establece que todo producto que se compre en un establecimiento o comercio tiene un plazo de 2 años (1 año en el caso de productos de segunda mano) para que cualquier tipo de fallo o descontento por parte del consumidor sea subsanado con una reparación o sustitución. Así mismo, la ley establece que cualquier avería durante los 6 primeros meses de uso, es un defecto de fabricación y que existía antes de la compra.
El consumidor puede elegir si quiere un producto nuevo o una reparación, por supuesto siempre sin coste alguno. La opción elegida, será comunicada al vendedor y debe respetarla, siempre que este dentro de los límites establecidos. Y es aquí donde está el problema. Muchas veces las leyes tiene multitud de lagunas o ambigüedades, y el vendedor suele «tomarse la justicia por su mano».
Una reparación que tenga unos costes elevados, por ejemplo. Esto es lo que utilizan los vendedores para justificarse, en caso de no hacer la reparación en cuestión. A pesar es esto, siempre tienen que darnos una solución; y si las citadas anteriormente no prosperan, se puede rebajar el precio o pedir una resolución de contrato.
A partir de los 6 meses, se suele exigir al consumidor que demuestre el fallo de su producto. En este caso se puede recurrir a hojas de reclamación. Si no es mucho el importe, repare el producto en el servicio técnico y pida una factura con el importe y la causa de la reparación. A partir de aquí puede acudir a los tribunales o a la Oficina del Consumidor.
Qué debemos saber:
- durante el tiempo que dura la reparación, se suspende el plazo de garantía. Se reanuda en el momento de devolución del producto.
- Cuando un comercio o establecimiento cierra sus puertas, la garantía pasa a ser responsabilidad del fabricante.
- Compre en comercios donde devuelvan el dinero o producto.
- Guarde el ticket o factura, sobretodo durante los años que dura la garantía
- Solicite la reparación o sustitución siempre durante el tiempo de garantía y si no lo hacen, denúncielo.
