El verano está ya a la vuelta de la esquina y es preciso prepararse para el calor. Los termómetros se están disparando, preludio de una temporada estival que volverá a ser calurosa, tanto o más que la anterior.
Afrontar el calor requiere inversión. Si queremos disfrutar de un hogar confortable en verano, hay que pensar en el aire acondicionado y eso significa gasto. En la actualidad, un split sencillo ronda los 350 € y a ello hay que añadir unos 250 € más de la instalación. En total, alrededor de 600 €, que pueden incrementarse si se adquiere más de un split.
Sin ahorros, afrontar ese gasto puede resultar complicado, pero hay soluciones. La más habitual es el pago fraccionado, ya sea a través de financieras o mediante la tarjeta de crédito, pero cada vez más personas optan por los préstamos online. Es una fórmula de financiación rápida y fácil de tramitar, que permite obtener dinero en cuestión de minutos. Haciendo clic aquí puedes encontrar toda la información necesaria respecto a esta alternativa financiera. Pero sea cual sea la fórmula elegida, es dinero que hay que devolver, y eso exige compromiso y contención del gasto.
Consejos para ahorrar en aire acondicionado
El aire acondicionado es un gran elemento de confort, pero lleva asociado un gasto energético considerable. Por eso es importante adoptar medidas de control desde el primer instante, como las que recomienda la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización; de esta manera, se crea un hábito de ahorro y el bolsillo lo agradecerá.
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Termostato a 22 grados
Para tener sensación de frescor, no hace falta convertir la casa en un congelador. Lo ideal es no poner el termostato por debajo de los 22 grados; a esa temperatura, la casa se mantendrá fresca y el aparato trabajará sin presión. Si bajamos temperatura, la máquina habrá de hacer un sobreesfuerzo para enfriar las estancias y eso se traduce en gasto.
Otro consejo es intentar mantener una temperatura estable. Las subidas y bajadas hacen que el motor tenga que trabajar más, con el consiguiente incremento del consumo energético.
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Reforzar el aislamiento
Como ocurre con el calor, el aire frío se escapa por las rendijas, así que conviene controlar los aislamientos e intentar mantener cerradas las puertas y ventanas. Si perdemos frío por culpa de un mal aislamiento, el aparato deberá trabajar más para alcanzar la temperatura deseada; resultado: más gasto.
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Modo ahorro
Los mandos a distancia del aire acondicionado suelen incluir una posición “modo ahorro”. Cuando activamos esa opción, el termostato no baja de los 21 ó 22 grados y eso permite ahorrar energía. Lo mismo ocurre en el momento de dormir. Con la posición sleep, el ventilador funciona a una velocidad más baja y se para cuando la estancia alcanza determinada temperatura.
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Tarifas eléctricas
Las eléctricas están en competencia permanente y esa guerra de tarifas beneficia al consumidor si se sabe aprovechar. Por ejemplo, algunas compañías ofrecen tarifas planas, descuentos nocturnos e incluso dos horas de luz gratis al día. Intenta “jugar” con esas promociones y escoge la que más te convenga. Las dos horas de luz gratis se pueden elegir, así que haz que coincidan con los momentos del día de más calor. Cuando acciones el aire acondicionado en esa franja, el gasto en luz será cero.