Según publica ABC el recibo de la luz ha subido desde el pasado 1 de julio una media del 16,6% frente al 5,62% inicialmente anunciado por el Ministerio de Industria. En concreto, el diario utiliza un tipo de tarifa de uso doméstico (tarifa 2.02) que tienen contratada más de 13 millones de hogares y que con el nuevo sistema debería haber subido sólo un 7,33% frente al 16,33% que reflejan las facturas emitidas por las compañías eléctricas.
En otra información similar, esta vez de El Correo Digital, se cifra en un mínimo del 14,3% la subida para el usuario español medio (un contrato de 5,2 kilovatios y un consumo de 1.500 kw/hora). Traducido a euros, 11,35 euros más al mes, según los cálculos de Unesa y la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Al final, la subida real de la factura eléctrica parece estar más cerca del 11% solicitado inicialmente por la CNE que de las estimaciones del Gobierno, incluso haciendo oídos sordos al porcentaje concreto y centrándonos en la promesa general de algo por encima del IPC. Con el nuevo recibo de la luz pagarán más quienes más consuman, aunque habrá que ver si se tienen en cuenta hogares que funcionan exclusivamente con la electricidad como fuente energética.
Por el momento lo único que parece claro es que habrá que apretarse el cinturón y disminuir el consumo eléctrico del hogar.