Ahorro de energía eléctrica

La electricidad supone un 31% del gasto en energía de los hogares, y todo ello descontando el agua caliente y la calefacción, que en muchos casos también utilizan este tipo de energía. Aprender a ahorrar energía eléctrica en el hogar es mucho más fácil de lo que pueda parecer y en ocasiones basta incluso con seguir una serie de pequeños trucos para gastar menos en este concepto.

Hay que tener en cuenta que el consumo eléctrico, ya sea en el trabajo o en el hogar, se ha incorporado de tal manera a nuestras rutinas que realizamos gasto eléctrico casi sin darnos cuenta desde luego sin pensar en ahorro. Encendemos una luz, la cafetera, vemos la televisión, utilizamos el ordenador, etc. Y generalmente lo hacemos sin tener en cuenta el consumo de electricidad que estos artefactos generan. El secreto es poder ahorrar en el recibo de la luz y aumentar nuestros ingresos

¿A quien no le han llevado los demonios en alguna ocasión nada más ver la factura eléctrica? El gasto en energía se lleva buena parte del presupuesto familiar y por eso aprender a ahorrar en energía eléctrica ayudará a cuadrar las cuentas y disponer de un capital extra.

La fatura de la luz

El primer paso para ahorrar energía en el hogar es conocer cómo se articula la factura eléctrica, es decir, aprender a leer la factura que llega a casa y en la que aparecen diferentes conceptos.

En el documento se reflejan varios conceptos por los que debemos pagar y que juntos suman el montante total que no sólo incluye el consumo que efectivamente hayamos realizado. Estos son los más importantes:

• Pago por potencia: se trata de un concepto fijo que está relacionado con la potencial contratada y que se calcula multiplicando el precio del kw/mes por la cantidad de kW contratados y por uno.
• Pago por consumo: este concepto es ya variable y sí que depende directamente de la energía consumida. Para calcularlo hay que multiplicar los kW consumidos por su precio.
• Impuestos: los impuestos sobre la electricidad los establece el estado y se calculan sobre la suma del pago por potencia y por consumo. Esta cantidad debe multiplicarse por 1,05113 y al resultado aplicarle el 4,864%.
• Alquiler del contador: un coste fijo que se imputa por alquilar el contador.
• IVA: se aplica sobre la suma de todo lo anterior y se aplica el tipo de IVA que corresponda en cada caso.

Estos son los conceptos que debemos tener claros sobre la factura eléctrica y su funcionamiento. A partir de aquí ya habrá primero que elegir la compañía que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Elegir bien la oferta de suministro eléctrico y comparar

Desafortunadamente no todo el mundo, dependiendo de las zonas de residencia, va a tener el mismo nivel de oferta diferenciada de suministro eléctrico. Sin embargo, el panorama hoy en día es mucho más amplio que hace tan solo una década. Esto, como consumidores, nos obliga a realizar comparativas sobre las diferentes propuestas a nuestro alcance.

Hay que señalar que, dependiendo de las propuestas, podemos realmente encontrar diferencias notables en el precio final del suministro, y, también en las condiciones en las que se ofrece.

En este post te mostramos ocho maneras en las que malgastas energía sin darte cuenta

Utilizar los comparadores online

Por supuesto la presencia de internet también se ha dejado notar en la oferta de servicios de suministro eléctrico.

En la actualidad podríamos distinguir dos grandes recursos a los que acudir en la red cuando deseamos cambiar a mejor nuestros costes de electricidad.

En primer lugar los comparadores online. En estas plataformas en la red podremos realizar comparativas de ofertas de suministro entre decenas de compañías. La gran ventaja de estos comparadores reside en reducir nuestro trabajo de búsqueda y afinar las búsquedas según las características que realmente necesitemos. Una de las posibles desventajas es que estos comparadores no siempre contemplan todas las ofertas posibles o se dirigen a un grupo determinado de ofertas, lo que hace que, de no seguir buscando, puede que perdamos alguna propuesta interesante para el ahorro.

En segundo lugar las ofertas online de contratación de servicios. En la actualidad podemos encontrar ya propuestas de contratar electricidad a través de internet de manera total. Es decir, todos los procesos ser realizan a través de la red. Esto consigue abaratar costes y repercute en la factura eléctrica final. Sin duda es una oferta a tener en cuenta que, además, está creciendo en interés por parte del consumidor medio.

La contratación colaborativa de electricidad

El consumo colaborativo está creciendo en todos los ámbitos en nuestro país, raro sería que no lo hiciera también en el suministro eléctrico, como realmente está ocurriendo.

En este modelo de acceder al mercado, los usuarios se agrupan y, a la inversa de lo que ocurre en la comercialización tradicional, se ofrecen como clientes a las compañías eléctricas. Esto genera que las compañías emitan ofertas muy competitivas ya que se trata de obtener un buen número de clientes en una única operación.

En España ya se han llevado a cabo varias operaciones de contratación colectiva de suministro eléctrico, como la impulsada por la OCU. La gran ventaja de estas contrataciones colectivas es que probablemente no se encuentre en el mercado una oferta mejor a la que se realiza en estas condiciones, la desventaja evidente es que hay que esperar a que se formen las iniciativas de compra colectiva, que, no están en marcha de manera constante.

Consejos generales para ahorrar electricidad

Antes de entrar en los ahorros en energía por tipo de gasto conviene observar algunos trucos generales que se pueden aplicar en cualquier lugar de la casa y que afectarán al resultado final de la factura eléctrica.

Revisar la potencia contratada: el precio final que pagamos por la luz está directamente ligado a la potencia contratada de forma que cuanto mayor es la potencia que necesitemos mayor será el precio por kW.

Tipo de tarifa contratada: si hemos contratado una tarifa con discriminación horaria, es decir, en la que el precio del kW no es estable a lo largo de todo el día, habrá que estudiar bien nuestros hábitos para ver que, efectivamente, no consumimos o consumimos poco en los horarios donde la energía es más cara.

Ahorro en la cocina

La cocina aglutina la mayor parte del gasto eléctrico y las posibilidades de ahorro de electricidad en la cocina son inmensas.

Al cocinar

Para empezar vamos a ver los trucos más interesantes a la hora de cocinar:

• Aprovechar el calor residual a la hora de cocinar con la vitrocerámica.
• Utilizar la olla a presión y la super rápida.
• No precalentar el horno cuando vayamos a utilizarlo durante más de una hora.
• Tapar las ollas y cacerolas.
• Utilizar el microondas en lugar del horno.

Los electrodomésticos de la cocina se llevan otra parte importante del consumo del hogar y por eso vamos a repasar una serie de consejos para hacer un uso más eficiente de ello.

Como norma general, podemos recomendar comprar electrodomésticos con etiqueta A+++ que pese a ser algo más caros, también son más eficientes y consumen menos energía.

Con el frigorífico

Estamos ante el electrodoméstico que más energía consumo en el hogar. Para hacer un uso eficiente del frigorífico basta con seguir una serie de pautas en cuanto a la distribución de los alimentos por una parte y las temperaturas a las que lo ponemos por otra.

• Evitar abrir la puerta de forma innecesaria.
• Colocarlo de forma que circule el máximo aire posible entre la parte de atrás y la pared para obtener una mejor ventilación.
• Comprobar que la gomas aislantes están en perfecto estado.
• La temperatura no debe ser inferior a 6º en el frigorífico y -18º en el congelador.
• En caso de no contar con un aparato ‘no-frost’, descongelar antes de que la capa de hielo alcance los 3 mm.
• Dejar enfriar los alimentos antes de meternos en la nevera. Introducir comida caliente tiene un efecto devastador sobre el frío acumulado en el frigorífico.

Con el lavavajillas

El lavavajillas supone un 2% del gasto de consumo en el hogar y además de la eficiencia energética a la hora de adquirir un nuevo aparato se puede ahorrar si se adquiere uno que pueda trabajar a media carga. Además, también se deben observar los siguientes trucos:

• Llenar el lavavajillas antes de ponerlo en marcha.
• No utilizar la máxima temperatura.
• Evitar lavar los platos a mano con agua caliente, ya que supone un 60% más de gasto.
• Limpiar el filtro de forma frecuente.

Con la lavadora y la secadora

Algunos de los consejos expuestos para el caso del lavavajillas pueden aplicarse a la lavadora y la secadora. Vamos a verlos.

• Llenar la lavadora antes de ponerla en marcha.
• Lavar en frío siempre que sea posible. Cuanto mayor es la temperatura más se gasta. Así a 90 grados se consume el doble que a 60 grados.
• Evitar centrifugar varias veces.
• Limpiar el filtro de la lavadora y la secadora de forma frecuente.
• En verano, aprovechar el calor para no utilizar la secadora.

Ahorro en luz

Este es quizás el áreas en el que más tradición de ahorro existe. En la mayoría de casos se trata sólo de seguir las advertencias y consejos que nos hacían nuestras madres cuando éramos pequeños. Vamos a verlo:

• No dejar la luz encendida. Si vamos a salir de una estancia hay que apagar la luz, aunque vayamos a volver en apenas unos minutos. La única excepción son las luces fluorescentes, que en vaso de que vayan a estar apagadas menos de 2 minutos es mejor dejarlas encendidas.
• Utilizar bombillas de bajo consumo, en vez de bombillas comunes, que por otra parte ya dejan de fabricarse. Las primeras gastan un 75% menos de electricidad.
• Limpiar las bombillas con asiduidad, ya que el polvo hace que pierdan intensidad y luminosidad.
• Aprovechar la luz diurna en la medida de lo posible.
• Utilizar reguladores de intensidad luminosa.
• Evitar las lámparas de araña, que disparan el consumo en un 50%. Hay que tener en cuenta que una bombilla de 100 W ilumina como seis de 25W.

Ahorro en aparatos electrónicos

Además de los electrodomésticos actualmente se pueden encontrar en el hogar multitud de aparatos electrónicos, desde el televisor y el DVD pasando por el reproductor de música o el ordenador. Este tipo de aparatos suponen cerca del 18% del gasto total, con el televisor como la principal fuente de consumo.

El mejor consejo en estos casos pasa por el famoso ‘stand-by’ que permite encender después el aparato a través del mando a distancia. Si queremos ahorrar es recomendable no utilizar este sistema, ya que con él se sigue consumiendo electricidad. Esto también se aplica a los cargadores de móviles o del portátil, por ejemplo.

Con frío y calor

El frío en invierno y el calor en verano hacen que sea necesario gastar energía bien para calentar la casa o para enfriarla. En ambos casos, el termostato se convierte en una herramienta imprescindible para controlar la temperatura y gastar menos energía.

Ahorrar electricidad en invierno

Hablamos aquí de ahorrar en calefacción y sobre todo de como conservar el calor en casa haciendo el menor uso posible de la calefacción y otros métodos de generar calor.

• Contar con un buen aislamiento, ya que la perdida de calor es lo que hace que debamos encender la calefacción. Por orden de importancia estos son los focos que debemos atender: paredes (35%), techos (25%), rendijas (15%), suelo (15%) y ventanas (10%).
• Dejar los radiadores al descubierto hace que se necesite menos potencia para calentar la casa.
• A la hora de airear la vivienda con mantener las ventanas abiertas durante 15 minutos será suficiente.
• No es necesario superar los 19-21º de temperatura. Por cada grado que aumentemos el consumo se disparará un 7%.
• Mantener las habitaciones cerradas también permitirá que se calienten antes y que podamos regular mejor la temperatura en cada estancia.

Ahorrar electricidad en verano

En este caso el enemigo a combatir es el calor y el aire acondicionado el caballo de batalla. El primer consejo en este punto es no escatimar gastos en el aparato de aire acondicionado y buscar un aire de Clase A, que consumirá un 50% menos que otros.

Además, también conviene seguir estas indicaciones:

• Mantener la casa en penumbra, ya que así evitaremos que el calor entre en la estancia.
• Abrir las ventanas en las horas de menos calor, especialmente de noche, para así tratar de generar corriente.
• En el caso del aire acondicionado, una temperatura de entre 24º y 25º será suficiente.
• Comprobar que los filtros del aire acondicionado están limpios.

Estos son nuestros consejos, pero seguro que hay muchos más ¿Nos cuentas los tuyos?