El agua que sale de la canilla parece limpia, pero generalmente contiene impurezas y pequeños residuos sólidos, imperceptibles pero reales. Por ello, muchas familias prefieren tomar agua mineral o purificada, lo que implica la compra de botellones a diario.
Un forma de ahorrar dinero con el agua potable es instalar un filtro de agua. Este aparato tiene un costo inicial, que puede considerarse comu una inversión, pués luego le permitirá consumir agua pura en todo momento, desde la llave de la cocina. Evitando así el gasto diario por la compra de botellas de agua.
Existen distintos tipos de filtros, algunos están hechos para producir agua más clara y de mejor sabor, mientras que otros funcionan para eliminar contaminantes que podrían afectar su salud. Seleccione un filtro que tenga certificación para eliminar el (los) contaminante(s) en el agua que pudieren ser dañinos.
El de uso más frecuente es el de carbón activado, que se utiliza en jarras de agua, filtros para el grifo y unidades bajo el fregadero. Elimina malos sabores y olores, incluso cloro y filtra metales pesados como el cobre, el plomo y el mercurio; productos derivados de desinfectantes, parásitos como la Giardia y el Criptosporidio; pesticidas; radón; sustancias químicas volátiles como el metil tert-butil éter (MTBE), el diclorobenceno y el tricloroetileno (TCE).
Un dato importante a tener en cuenta al elegir un equipo de éstas características es comparar no sólo el precio de venta, sino también los costos de operación y mantenimiento, ya que requieren cambiar periódicamente los cartuchos o filtros para mantener la calidad del Agua.