No solo se ahorra energia en el hogar, sino que tambien existe el ahorro por parte del Gobierno en energia, el cual indirectamente se vera reflejado en los impuestos que debamos pagar. Un dato a tener muy en cuenta a la hora de saber porque cuesta ahorrar en energia es que España es el país de la Unión Europea que más energía consume en alumbrado público: unos 118 kilowatios hora al año, frente a los 90 kwh/año de Francia o los 48 kwh/año de Alemania. Sin tener en cuenta que en las grandes ciudades se incluye la iluminación ornamental, orientada a los monumentos o edificios públicos, y que también suponen un gasto importante, especialmente en las grandes ciudades.
El Gobierno ha anunciado, dentro del plan de ahorro energético aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 4 de marzo, que piensa cambiar de aquí a cinco años las lámparas de las vías públicas por otras de bajo consumo.
Estas bombillas tienen algunas ventajas
- su inmediata respuesta, dado que tardan menos de un segundo en iluminar, frente a los más de diez minutos que necesitan las actuales lámparas de vapor de sodio
- su vida útil, cinco veces superior a la de las bombillas que ahora se utilizan.
Si bien esto es beneficioso, hay que estar atento a la factura de la luz, ya la desventaja seria que las luces con tecnología LED tienen una eficiencia energética ligeramente menor que las de vapor de sodio. El LED reduciría el consumo, pero también la potencia. Es decir: si únicamente se cambia la bombilla, habría menos contaminación lumínica, pero porque la normativa actual no permite el derroche. Sin embargo, eso no significaría que se estuviera alumbrando mejor.
Hay una forma de saber si la iluminación de una farola es buena o mala, deberíamos situarnos a unos veinte o treinta metros de distancia. Si, desde ese lugar, podemos ver la bombilla, quiere decir que se está derrochando energía porque, en realidad, la cantidad de luz que llega hasta esa distancia es muy poca. La idea es conseguir farolas que reduzcan el consumo energético y que logren una menor contaminación lumínica y ambiental.
En caso de utilizar lámparas LED, lo idóneo sería que fuesen de color amarillo y no blanco. La iluminación inteligente es un proyecto innovador en la Unión Europea. Curiosamente, y a pesar de que España es el país comunitario con mayor consumo de energía por habitante, no participa en dicho proyecto.