Una de las comparaciones más repetidas por los gurús del ahorro estadounidenses es la que enfrente a lo que se conoce como Frugal vs Cheap que traducido literalmente sería como frugal frente a barato. Una interpretación más cercana nos llevaría a denominarlo como ser ahorrador frente a ser tacaño. Aunque sólo una pequeña línea separa ambos concepto la realidad es que existen diferencias entre una persona ahorradora y una persona tacaña. ¿Sabes cuál de los dos eres?
Para saber si eres una persona ahorradora o sólo un supertacañón nada como conocer la forma de actuar de cada uno de ellos y sus características.
El ahorrador
Una persona ahorradora es alguien que, teniendo en cuenta el precio de las cosas, toma decisiones informadas y se deja llevar por otras cuestiones a la hora de tomar decisiones de compra. Estas son sus características:
- Tiene en cuenta el valor de las cosas, no sólo cuanto cuestan.
- Busca el precio más barato, pero no le importa gastar un poco más si considera que merece la pena. No elije siempre lo más barato.
- Pone a las personas por encima del ahorro.
- No juzga al resto de personas por sus hábitos de consumo y entiende que hay quienes pueden preferir gastar más.
- Tiene un objetivo más allá del propio ahorro y la acumulación de dinero.
- Tiene una visión a largo plazo.
Al final, el ahorro puede ser una forma de vida, de optimizar nuestros esfuerzos y sacar más partido a nuestro dinero para tener más cosas o simplemente más tiempo libre para disfrutar de la vida.
El tacaño
Todo el mundo conoce a una persona tacaña o ‘rata’ como también se les suele llama. Estas son sus características
- El dinero está por encima de todo y el precio es el rey.
- Busca el artículo más barato y en ocasiones evitará comprar otro un poco más caso aunque la relación calidad-precio sea mejor.
- Evita gastar dinero y considerará innecesario cualquier gasto que supere una determinada cantidad. Si su humbral son los 150 euros, su mente se revelará ante cualquier cosa que supere ese dinero.
- Piensa que prácticamente cuesta demasiado y por lo tanto evitará a toda costa el consumo.
- No cuenta con un plan claro a largo plazo ni con objetivos claros para el dinero ahorrado.
- Juzga a los demás por sus pautas de consumo y hasta el punto de hacerles sentir incómodos por el mero hecho de gastar.
Una de los problemas en este punto es que el ahorro es siempre una opción, pero la tacañería puede no serlo.
¿Ahorrador o tacaño?
Saber si eres ahorrador o tacaño no es fácil porque la línea que separa ambos comportamientos no siempre es clara. Toda persona ahorradora puede ser tacaño en algún momento y las personas tacañas también tienen, innegablemente, una parte de alma ahorradora. Sin embargo, siempre hay una personalidad que predomina sobre la otra ¿Cuál es la vuestra?
