No debemos cometer el error de pensar que el ahorro es exclusivo de grandes cantidades de dinero. Realmente, el ahorro tiene que ver con la constancia y el hábito de ahorrar. Por ello, comenzar con pequeñas cantidades de dinero es igualmente una buena idea
Vamos a repasar el proceso que debería seguirse para tratar de comenzar a ahorrar incluso con pequeñas cantidades de dinero. En cualquier caso, como veremos, este proceso no es muy diferente al que podríamos hacer con mayores volúmenes de ahorro.
Fondo de emergencia
El control de emergencias es algo tan simple de entender cómo poseer una cantidad de dinero que nos permita reaccionar en caso de un problema financiero inmediato. Aquí hay fórmulas de lo más diverso, pero generalmente con tener sobre tres veces más más de nuestros gastos mensuales corrientes (incluyendo hipoteca o alquiler) deberían ser suficiente.
Esta primera fase es esencial y es la que nos aporta tranquilidad para hacer frente a cualquier gasto imprevisto de tamaño medio.
Ahorrar con objetivos
Una vez logrado el colchón de emergencia, que podemos perfectamente colocar en un producto como una cuenta de ahorro o similar, llegará el momento de comenzar a planificar el ahorro activo a medio y largo plazo.
Ya tenemos la tranquilidad de saber que podemos responder de manera inmediata a una urgencia financiera con el dinero que tenemos ahorrado. Ahora lo que nos interesa es poner a trabajar nuestro dinero con objetivos como obtener ingresos complementarios a nuestra jubilación en el futuro o, simplemente, buscar una plusvalía por el dinero que ahorramos para volver a reinvertirlo.
No vamos a recomendar productos financieros ya que hay muchos y todos pueden tener en un momento dado valor para nuestro ahorro según nuestra situación económica. Lo que sí es interesante es que tengas en cuenta que esta fase, en la que poco a poco podrás incorporar otros elementos como la inversión activa con riesgo, es vital cara al futuro de tu economía personal.
Tercera fase objetivos a medio y largo plazo
Cuando hemos sido capaces de implementar la segunda fase de nuestro ahorro podemos empezar a plantearnos una tercera fase en la que una parte de nuestro ahorro se destina a objetivos concretos. Por ejemplo, a pagar unas vacaciones o incluso a la adquisición de un nuevo vehículo o producto. Esto se puede hacer bien a través de destinar una parte del ahorro a ello a través de productos de duración media o similar.
Es importante incorporar esta fase al ahorro ya que también la gratificación de los resultados a medio plazo es necesaria. El ahorro a largo plazo sin visualización de los resultados puede llegar a ser aburrido y tedioso, por lo que, utilizar nuestro hábito del ahorro debes en cuando para poder asumir gastos sin acudir a la financiación puede ser una buena idea.
El hábito del ahorro
Cualquiera puede ahorrar, pero para ello debe tener las ganas y la disciplina suficiente para aprender a hacerlo. Fomentar el hábito del ahorro es algo que debería hacerse a lo largo de toda nuestra vida incluido durante la etapa escolar.
Hay muchos productos financieros y opciones que podemos utilizar para mejorar el ahorro. Desde opciones realmente básicas como el pre ahorro donde nuestro dinero se retira incluso antes de llegar a nuestras cuentas, con la ventaja de no contar con ella y por tanto no poder gastarlo, hasta productos financieros complejos para personas con cierta experiencia. Recuerda que cada euro que seas capaz de ahorrar es un éxito en tus finanzas personales.