Muchas veces, al darnos cuenta de que nos faltan un par de productos para cocinar esta noche, decidimos ir al supermercado en busca de ellos. Pero al entrar al negocio percibimos que muchos otros artículos que no pensábamos comprar, nos podrían servir para otro momento, y ahí comienza el gran problema. Vamos con la idea de comprar 2 o 3 productos y nos terminamos volviendo con 15.
Cuando de hacer compras se trata, debemos reparar en ciertos ítems para no gastar de más. Te damos algunas sugerencias que pueden hacerte ahorrar varios billetes:
– Efectuar todos los pagos al contado, olvidándote de las tarjetas de crédito y de débito. Éstos últimos son los villanos de la película a la hora de ahorrar. Además de crear la ilusión de que siempre tenemos dinero, poseen intereses, generalmente notables al bolsillo del cliente. Intenta que el pago sea siempre en efectivo, esto evita la acumulación de deudas y origina generosos descuentos para la parte compradora.
– Comprar bultos también es una buena opción, productos cuya validez sea prolongada y sean usados en bastante cantidad, tales como los de limpieza, higiene y algunos productos alimenticios. Éstos pueden ser comprados en bultos grandes a menores precios.
– Es importante llevar siempre una lista con los artículos que se necesitan y buscar los precios más económicos de cada uno de ellos.
– Lo ideal es aprovechar las ofertas y las promociones vigentes pero es esencial no comprar artículos por el simple hecho de que están en oferta si no son imprescindibles para tu hogar en ese momento.
– Otro consejo muy importante es jamás ir con hambre al supermercado. Siempre encontrará comidas tentadoras y no podrá resistirse a ellas. Terminará comprando suculentos productos alimenticios en exceso y tal vez, después de saciar su apetito, se arrepienta de la compra. Esto, teniendo en cuenta que la comida hecha en los supermercados suele ser bastante cara. Por eso, recuerda que siempre es más sano y por supuesto, también, mucho más económico cocinar en casa. Y no lo olvides: antes de ir al supermercado intenta calmar el hambre comiendo al menos algunas galletas. Esto te ayudará a no tentarte con lo primero que veas.
– Ten presente siempre que no es bueno comprar por impulso, limítate a tus necesidades básicas inmediatas. Caso contrario, podrías originar un arrepentimiento en el futuro al tener que pedir un préstamo por no poder adquirir un artículo que verdaderamente sea de tu necesidad.