No se puede dudar de los beneficios y el ahorro que suponen cocinar en casa, en lugar de comer fuera. Pero, ¿somos realmente conscientes del ahorro que estamos haciendo?
Cuánto se ahorra realmente cocinando en casa
Ajustar al máximo un porcentaje de ahorro, es muy complicado, aunque gracias a la existencia de diversos estudios y comparativas, podemos acercarnos bastante. Wellio, por ejemplo, es una plataforma donde podemos analizar una receta a partir de cada ingrediente que se utiliza y su precio, los datos que podemos sacar, son bastante interesantes.
Si usamos una comparativa sencilla, con recetas básicas, encontraremos que el coste de comer fuera de casa o encargar a un restaurante, podría ser hasta 5 veces superior al de cocinar en casa. Por otro lado, la comida preparada, aunque puede parecer una opción más asequible, puede resultar ser 3 veces más costosa que cocinarlo en casa.
Por qué es más asequible cocinar en casa
Si lo que buscas es ahorrar comiendo en el trabajo, ya que te supone un gasto mensual importante comer fuera de casa, quizás deberías plantearte que, claramente, puedes ahorrarte una gran cantidad de dinero si cocinas tú mismo en casa y te llevas la comida preparada al trabajo.
Para empezar, porque al cocinar tú mismo, eliminas cualquier tipo de coste que el restaurante o la empresa que fabrica la comida precocinada añaden a sus productos. Costes que pueden ir desde los propios salarios de los trabajadores, hasta las ganancias que busque la empresa con su negocio. A cambio tú asumes un coste de energía y la mano de obra invertida, que en este caso es tu tiempo.
Algunas acciones que te van a permitir comprar de forma inteligente y, sobre todo, que te van a ayudar a elegir bien tus productos: planificar tus compras, los productos de temporada, comparar precios, etc.
Para ayudarte a conseguir el ahorro que estás buscando al cocinar, existen unas reglas de oro importantes que además son trucos de ahorro que funcionan:
- Comprar productos de temporada; siempre son más baratos y te ayudan a cocinar de forma saludable.
- Comparar precios y aprovechar sólo las ofertas que realmente vas a utilizar; ya que muchas veces podemos caer en ofertas trampa que nos obligan a acumular productos durante mucho más tiempo del necesario.
- Planificar primero menús semanales y después crear una lista de la compra para esos menús.
El gasto de energía que realizas cada vez que cocinas es muy complicado de calcular, sin embargo, en cualquiera de los casos no sería más elevado que el que se corresponde con el de un restaurante o el de la comida precocinada.
Además, cocinar en casa te da amplias opciones para gestionar las cantidades, como congelar parte de la comida, por lo cual puedes aprovechar al máximo el tiempo invertido en la cocina preparando menús duplicados de una semana para otra, por ejemplo.
Descubre con nosotros cómo sacar partido a las ofertas en la cesta de la compra.
Cuidando tu salud, también puedes ahorrar
Fuera de casa, la comida más barata suele ser también la más perjudicial para tu salud. Efectivamente, estamos hablando de la comida rápida o de menús elaborados con muy baja calidad en los productos y un gran exceso de grasas, cosas que no son nada buenas para la salud.
Puede parecer que cuando tratamos de ahorrar diariamente, este tipo de comida fuera de casa puede ser una buena opción, pero realmente es todo lo contrario, puede que no lo percibas a corto plazo, pero a medio y largo plazo sí que es bastante notable su efecto.
Las diferencias entre comer saludable y una mala alimentación pueden llevarte a graves problemas de salud, y estos, además de lo relativo al bienestar personal, contribuyen al gasto médico, y pueden también contribuir a la merma de ingresos en las enfermedades, etc.
Lo que está claro es que cocinar en casa y llevar la comida al trabajo es mucho más barato, saludable y recomendable que cualquier otra opción. Si lo que te impide cocinar es la vagancia o el cansancio, un buen truco es pensar lo que puedes hacer con todo el dinero que te ahorres.
Calcula el gasto que te supondría comer fuera de casa, y ahora calcula que por la mitad de ese gasto, puedes cocinar el mismo, o incluso un mejor plato desde tu casa. Crea un presupuesto y a la diferencia con el gasto fuera de casa ponle objetivos, por ejemplo, unas vacaciones, o quizás simplemente mejorar tu cartera de ahorro.
Aprovecha bien los alimentos de temporada
Los supermercados y verdulerías ofrecen productos fuera de temporada, pero suelen ser de peor calidad y mucho más caros que los de temporada, ya que son productos que se traen desde otros sitios, a menudo lejanos. Puedes conseguirlos frescos de forma mucho más asequible, incluso puedes plantearte cosechar en tu casa si dispones de lo necesario. En cualquier caso, es importante que busques siempre los productos de temporada, ya que son mucho más baratos y fáciles de conseguir.
Bebe más agua
El problema de los refrescos o distintas bebidas que puedas encontrar encontrar en el supermercado, además del precio, es la gran cantidad de calorías que contienen, que no son nada saludables ni compensan respecto a calidad y precio. El agua es una alternativa verdaderamente saludable para dejar de consumir estos otros productos.No aporta calorías, ayuda a perder peso y a reconstruir nuestro organismo.
Usa la nevera con eficacia
Una buena opción para ahorrar en alimentos, es comprarlos en porciones mucho más grandes, ya que se pueden conservar de forma sencilla en la nevera. De esta manera, puedes preparar comidas en grandes cantidades y congelar parte de ellas. Así ahorrarás en dinero y tiempo, puesto que luego solo tendrás que descongelarlas y calentarlas para comer.