En 2013 conocimos la subida de precios de la luz y del gas. Ahora sabemos que la bombona de butano también costará más. En concreto, pasará de los 16,1 euros actuales a 17,5 euros en el mes de mayo.
Se trata de una subida equivalente al 8% y que se realizará de manera gradual durante los próximos meses hasta alcanzar ese precio máximo en el mes de mayo. Lo que implica que en los próximos meses ya contrastemos dicho incremento.
Este encarecimiento de la bombona de butano ha generado malestar entre aquellos que en los últimos años han optado por este tipo de energía frente a la subida de precios de la luz (+14%) y el gas (+7%). Lo que provocará que muchos hogares dependientes del mismo tengan que ajustar más aún sus presupuestos.
Lo cierto es que si durante los años previos a la crisis el consumo de butano había descendido considerablemente, en los últimos años, la imposibilidad de muchas familias españolas de afrontar el encarecimiento de sus facturas energéticas había provocado un repunte de la denominada energía de los pobres.
Antes los que querían ahorrar en sus facturas energéticas optaban por la alternativa del gas butano. En primer lugar por ser la opción más económica y en segundo lugar por no ser un gasto mensual determinado. Tras el incremento de su precio las rutinas de ahorro también se imponen para los consumidores de butano.
Cómo ahorrar en butano
- Guardar la botella de butano dentro de casa o a salvo del frío y de las inclemencias meteorológicas. El gas licuado está frío y le cuesta evaporarse e incluso puede congelarse. Si se enfría demasiado se dificulta la evaporación y por tanto la salida de gas.
- Aprovechar la bombona de butano al máximo.
- Calcular cuánto gas nos queda. Una bombona llena pesa 24 kilos y una vacía 12,50 kilos. Lo normal es que cuándo pese 13 kilos haya que cambiarla. Nunca antes.
- Cuándo quede poco gas, utilizar el butano para calentar la cocina y no la calefacción. Podremos extraer el máximo.
- Mantener la botella de butano en posición vertical y no volcarla.
- Evitar posibles fugas y cerciorarse de que las conexiones están correctamente.
- Realizar revisiones periodicas del estado de nuestras instalaciones.
- Ahorrar agua caliente y en calefacción al igual que haríamos si utilizáramos otras energías más caras.
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