En nuestro empeño por conseguir ahorrar el máximo dinero posible al año, a veces presentamos opciones un poco más conservadoras que otras. Cuando pensamos que estamos ahorrando todo lo ahorrable en un producto o un servicio determinado, conseguimos dar otra vuelta de tuerca y ajustar aún más nuestro presupuesto. Así, poco a poco, con acciones que consideramos poco relevantes en lo que a nuestro ahorro mensual total se refiere, nos vamos dando cuenta de que los gestos más pequeños son los que acaban marcando la diferencia.
Hoy traemos un truco de esos que a simple vista nos puede hacer pensar «eso ya es de ser un tacaño» pero que sin embargo, si nos informamos de los beneficios que tiene, puede que acabemos convenciendo a más de uno.
Sustituir la pasta de dientes por bicarbonato de sodio
Alrededor de 3 veces al día realizamos la acción de lavarnos los dientes, generalmente, después de cada comida principal. Es algo que tenemos tan mecanizado que ya prácticamente ni pensamos. Llegamos al aseo, cogemos nuestro cepillo, le echamos una cantidad adecuada de pasta de dientes, nos los lavamos y a otra cosa.
El gasto que realiza una familia al mes en pasta de dientes suele ir desde los 5, cuando se consumen marcas tradicionales, hasta los 10 o más, cuando se consumen diversos productos de farmacia. Como he dicho, es un gasto muy pequeño, uno de esos a los que no prestamos demasiada atención ya que creemos que no marcará la diferencia, sin embargo, comenzar a recortar en todos estos gastos acabará marcando la diferencia.
¿Cuánto ahorramos con el bicarbonato de sosa?
Un kilogramo de bicarbonato sódico puede costarnos al rededor de 1 Euro. Con un kilo, podemos aguantar meses y meses, ya que todo lo que necesitamos para cepillarnos los dientes con este producto es poner una pequeña cantidad de este polvo sobre un cepillo húmedo. El gasto, como se puede comprobar, es mínimo, de menos de 25 céntimos cada mes.
El ahorro es grande pero… ¿es bueno para los dientes?
Cepillarse los dientes con bicarbonato sódico se recomienda especialmente cuando lo que se busca es un blanqueamiento de la dentadura. El bicarbonato sódico, de cualquier manera, es un producto que resulta más abrasivo de lo recomendable para una pasta de dientes, por lo que no se recomienda usarla más de 3 veces por semana.
La abrasión real del bicarbonato, comparando este producto con pastas de dientes tradicionales, no está del todo claro, ya que hay quien afirma que es más sano para el esmalte usar bicarbonato y quien lo desaconseja por completo.
Madre mia…
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