Los niños lamentarán que se terminen sus vacaciones, pero los padres lo lamentarán más. La “deseada” vuelta al colegio, por parte de los padres esta vez saldrá más cara.
Durante este año y tan sólo en los libros el coste por cada niño a los que se le deba comprar libros será de entre 250 y 300 euros, ya que se suelen pedir bastantes libros y de año a año cambian.
No solamente en libros deberán gastar ya que también se debe comprar los materiales escolares. La media de gasto será de unos 50 euros por simplemente comprar materiales comunes nada extraordinario.
Las únicos que salen ganando son las librerías y las papelerías que están esperando ansiosas la llegada de los padres a sus comercios con la lista de pedidos.
Solamente en ciertas Comunidades Autónomas existen ayudas para poder financiar la compra de libros. Desde la Confederación Española de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (CEAPA), se dan a conocer diferentes ayudas.
Préstamos o reutilización de libros: Por medio de este método, los libros son gratuitos, al terminar el curso, los alumnos los entregan al centro escolar para que puedan ser usados por los alumnos del curso siguiente. Se utiliza este tipo de ayuda en toda la educación obligatoria en las comunidades de Castilla la Mancha y Aragón, mientras que en La Rioja, Galicia, Andalucía, Cataluña, Canarias y País Vasco de forma gradual lo irán poniendo en marcha durante los próximos años.
Cheque-libro: Las Consejerías de Educación les entregan a las familias cierta cantidad de dinero para comprar libros. En las Comunidades Autónomas Cantabria y Asturias reciben esta ayuda casi la totalidad de los escolares. Mientras que en Castilla y León, Madrid, Navarra, la Comunidad Valenciana y Murcia, este tipo de ayuda solamente le llega a una parte de la población escolar, según ciertas condiciones como número de hijos y renta familiar.
Desde la Confederación Española de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (CEAPA) han pedido el impulso de la modalidad de reutilización de los libros, dado que es el mejor método y aprovechamiento en reutilización de los recursos públicos. Por el contrario se mostraron en contra de la ayuda que se les da a cada familia por medio de un presupuesto completo para comprar los libros que, cuando termine el curso, quedarán en algún rincón olvidado de las casas, si esas familias no suelen darlos para reutilizarlos.
También abogan para que las editoriales se comprometan a no modificar los contenidos de los libros antes de los 4 años y que desde los colegios también se comprometan a no cambiar de editorial si no hay una justificación académica para ese cambio.