Con la llegada de las nuevas tecnologías llega el cambio en la forma de hacer las compras. Actualmente podemos comprar lo que sea por Internet. Incluso podemos hacer la compra más habitual, la de los alimentos y objetos necesarios para el mantenimiento del hogar, en resúmen, la cesta de la compra. Hacer la compra de esta manera tiene sus ventajas y sus puntos no tan buenos.
La ventaja más evidente es que lo hacemos desde casa, con lo que nos evitamos tener que desplazarnos con el coche o con el carrito de la compra. Por lo tanto ahorramos tiempo, esfuerzo físico y combustible. Al hacer este tipo de compra de forma telemática, la página web no cierra, así que podremos elegir lo que deseamos comprar a la hora que mejor nos venga y desde donde estemos, además seremos nosotros quienes escojamos el momento en que queremos que nos hagan el envío.
Ya os hemos recomendando en alguna ocasión que lo mejor que podemos hacer cuando vamos a un supermercado a hacer la compra es pensar en lo que se necesita y hacer una lista, y no salirnos de ella. Todos sabemos perfectamente que cuando estamos en el centro comercial, siempre nos llama la atención tal o cual reclamo o vemos muchas cosas que podemos pensar que vamos a necesitar, sabiendo perfectamente que realmente no es así. Comprando por Internet esto no nos va a ocurrir, ya que escogeremos únicamente lo que realmente necesitemos.
Las tiendas que tienen la opción de hacer la compra online suelen tener un servicio de memoria de compra. Es decir, puedes guardar la compra que has hecho, para que el mes que viene o cuando sea, puedas hacer exactamente la misma compra. Esta utilidad tiene sus ventajas, ya que no tendrás que ponerte a seleccionar de nuevo todos los artículos, además todos sabemos que, más o menos, todos los meses tenemos que comprar lo mismo.
Quizá el único pero que le podamos poner a realizar la compra de esta manera es que no vemos lo que estamos comprando. Con algunos artículo esto da igual, 300 gramos de jamón de la marca que sea seguirá siendo lo mismo, lo veamos o no. El problema surge cuando lo que pretendemos comprar son productos frescos.
Otra pega que se le puede ver es el hecho de tener que hacer el pago online. A pesar de que actualmente el pago por Internet esté normalizado, sigue habiendo muchas personas reacias. Para tranquilidad de aquellos que no las tengan todas consigo, hay que decir que el pago online es seguro si lo hacemos en páginas que tengan las certificaciones de seguridad, para saber esto, no tenéis más que ir al apartado de seguridad de la propia página para quedaros más tranquilos. Además, en el navegador que estéis usando, deberá aparecer un candado, signo que quiere decir que es una página segura.
Ahora lo único que deberéis hacer es decidir cómo hacéis la compra, yendo en persona o escogiendo las cosas por Internet.
Imagen por cortesía de www.flickr.com
Una pequeña recomendación para ahorrar dinero en la compra es ir con la lista hecha y tratar de no desviarse.
Saludos!