En estos momentos de crisis económica, con muchos en situación de desempleo, y con los presupuestos familiares bajo mínimos, es el momento de mirar el céntimo, de buscar la fórmula para ahorrar en todo aquello que nos propongamos, y una de esos aspectos es en nuestra compra diaria, en nuestra compra en el supermercado, destacando como una de las mejores opciones el poder ahorrar con las marcas blancas.
¿Cómo ahorrar con las marcas blancas?
Las marcas blancas no son más que los mismos productos que se venden bajo una marca comercial, pero sin el logo de esa marca. En numerosas ocasiones, las mismas marcas que fabrican sus propios productos, también fabrican las marcas blancas, aunque luego permiten que el supermercado en cuestión les ponga su marca.
Al no tener que pagar los derechos por la marca, ni el marketing que lleva detrás, las marcas blancas son siempre más baratas que las marcas tradicionales, manteniendo, en la inmensa mayoría de las ocasiones, la misma calidad que las originales.
A pesar de ello, existen diferencias entre unas marcas blancas y otras. Por ejemplo, la marca blanca que más destaca por su calidad entre los usuarios es la de Mercadona, porque forma parte de la política de empresa del supermercado levantino. Bajo la idea de ofrecer al cliente la marca líder del sector y la marca blanca, Mercadona ha conseguido generar un estilo de venta que se está mostrando como claramente exitoso.