Los especialistas en marketing conocen a la perfección la psicología de los consumidores y la utilizan en su favor, de forma que intentan ganar dinero con las tentaciones que se acumulan en la mente de éstos generando un importante beneficio para sus arcas, por ello es conveniente conocer sus trucos para no caer en ellos y poder salir indemne del supermercado.
Vamos a analizar como ahorrar en el supermercado, como conseguir entrar en un supermercado y no acabar comprando productos que no necesitamos, sino sólo aquellas cosas que hemos venido a comprar, lo que realmente necesitamos para nuestra supervivencia o para nuestro capricho, pero el nuestro propio, no el del supermercado.
1. Los productos de primera necesidad: No te confundas, los productos de primera necesidad siempre están al final de la tienda con el objetivo de que antes de que llegues a ellos tengas que recorrer todos los estantes repletos de cosas tentadoras que llevarte a tu cesta de la compra. Si vas a comprar algo de primera necesidad no te hagas líos y vete directamente a por ello, sin mirar en los estantes de alrededor.
2. Junto a la caja: Las colas de las cajas registradoras pueden parecer ineficiencia, pero en realidad son una estratagema de marketing con la que intentan hacerte pasar tiempo justo delante de la cajera mientras observas los objetos que podrías comprar. Ahí verás pilas, chicles, caramelos, revistas,…, decenas de cosas que seguramente no necesitas en ese momento, pero que puedes necesitar en un futuro, al menos eso piensas, y eso saben los analistas de marketing del supermercado que pensarás.
3. Posición en los estantes: Te darás cuenta que todos los objetos que no son de primera necesidad, o que no tienen una utilidad determinada en la cesta de compra habitualmente se encuentran justamente en el estante situado a la altura de la vista, con lo que siempre que estés buscando algo te darás de bruces con ellos, mientras que los productos que sueles comprar, esos que necesitas de manera habitual se encontrarán a tus pies, de forma que tendrás que agacharte para verlos y muchas veces pasarán desapercibidos ante ti, con lo que acabarás gastando en lo que no debes en lugar de ahorrar en lo que debes.