A pesar de que estemos de lleno en una de las crisis económicas más importantes de las que se recuerda, no quiere decir que tengamos que limitar nuestras salidas, o que tengamos que recluirnos en casa para salvaguardar nuestro presupuesto familiar, nada más lejos de nuestra intención, y de nuestra necesidad, porque se puede seguir saliendo a restaurantes, sin tener por ello que endeudarnos hasta los huesos, y es que se puede ahorrar mientras se come en restaurantes.
¿Cómo ahorrar comiendo en restaurantes?
– Pide sólo lo que vayas a comer: En la inmensa mayoría de las ocasiones acabamos por pedir más de lo que nos vamos a poder comer en realidad, comemos por los ojos y no por la realidad de nuestro apetito. Por ello, es importante que pidamos sólo lo que nos vamos a terminar.
– No pidas vino: Deja el vino para cuando estés en casa. Una botella de vino que te cuesta 2-3 euros en el supermercado, en un restaurante te lo cobran a 9-10 euros, sino más. Además, con los tiempos que corren, con controles de alcoholemia cada vez más extendidos, mejor no jugársela.
– Deja el postre para otra ocasión: No pidas postre, ya te lo comerás en otra lugar de camino a casa o directamente en tu domicilio. En los postres es donde los restaurantes producen gran parte de sus beneficios, así que no caigas en su trampa.
En definitiva, tres pequeños consejos que te ayudarán a ahorrar mucho dinero sin esfuerzo, y lo más importante, sin tener que dejar de salir.
