Aunque el precio de la gasolina ha bajado en la última semana, llenar el depósito del coche sigue suponiendo un gasto considerable. Aprender a ahorrar mientras conducimos servirá para que gastemos algo menos de dinero todos los meses en transporte. Y es que basta con adquirir unas pocas buenas costumbres al volante para ahorrar unos 70 euros al mes.
De esta forma, durante la conducción deberíamos:
- Arrancar el coche sin pisar el acelerador.
- Apagar el motor cuando vayamos a estar más de un minuto parados. Los coches actuales consumen más en marcha que durante el arranque.
- No utilizar el aire acondicionado y en caso de hacerlo no bajar de los 23ºC. El ahorro de carburante puede ser de entre un 20% y un 25%, lo que puede traducirse en hasta 30 euros al mes.
- No bajar las ventanillas porque aumenta la resistencia y disminuye la aerodinámica.
- No cargar el coche en exceso y evitar usar la baca. Vaciar el maletero de ‘trastos’ innecesarios puede ayudar a consumir menos gasolina.
- Utilizar marchas largas. En términos generales el uso de marchas largas es donde más ahorro se puede lograr. Circular en cuarta en lugar de tercera hace que el consumo descienda un 110%.
- Mantener el motor por debajo de las 2.500 revoluciones yno pasar de las 3.000 revoluciones, límite a partir del cual se dispara el consumo.
- Moderar la velocidad y no pasar de los 100 kilómetros por hora puede añadir hasta 24 euros a nuestras cuentas. Un coche a 110 km/h consume un 30% menos de media que a 140 km/h
- Conducir de forma relajada y a velocidad constante ahorra hasta un 15% de combustible. Evitar pisar el freno para decelerar y dejar que sea el coche el que vaya perdiendo potencia o no acelerar bruscamente son algunas pautas que debemos seguir al volante.
Aunque pueden parecer elementales y, en ocasiones, hasta poco útiles, estos trucos evitarán que muchos tengan que terminar el mes utilizando el autobús para ir a trabajar.
Si a esto añadimos otros consejos para ahorrar en la gasolinera durante el repostaje dispondremos de un dinero extra en nuestro presupuesto mensual, y todo por unos pequeños gestos que se pueden incluso llegar a automatizar hasta convertirse en costumbres que realmente no cueste nada atender.