Está claro que el mejor modelo de ahorro es el que se extiende en el tiempo, meditado y que no genera un impacto notable en nuestro modo de vida. Sin embargo, esto no siempre puede ser así, hay ocasiones en las que vamos a necesitar un auténtico sprint de ahorro para poder cumplir algunos objetivos como las vacaciones.
¿Se puede hacer un ahorro considerable en tan sólo seis u ocho semanas? sí, se puede pero como ya imaginarás no resulta sencillo y va a requerir alterar algunas cuestiones básicas de nuestra economía doméstica y por tanto de nuestro estilo de vida.Vamos a repasar una serie de ideas orientadas a este sprint de ahorro en tan solo 6 u 8 semanas:
Tijeretazo al presupuesto
Estamos suponiendo que usted maneja un presupuesto de ingresos y gastos ( si no es así está cometiendo un error perjudicial para su economía doméstica) en caso contrario también puede tratar de poner en práctica esta medida, aunque le será más difícil controlarla. Se trata simplemente de meterle un buen proceso de recorte al gasto.
En este caso, como no tenemos mucho tiempo, todo son medidas de choque, deberemos plantearnos cosas como dejar de comer fuera de casa de manera radical, buscar las opciones menos costosas en los servicios, plantear todos los gastos el ocio y tiempo libre y recortarlos al menos a 50%… en definitiva se trata de sacar partido al máximo al recorte de gastos, dejar de gastar allá donde se pueda y donde sea sustituible de manera razonable aunque, en este caso, es lógico que estemos en cierto modo recortando nuestra calidad de vida durante este periodo de tiempo en favor del resultado de ahorrar.
En cualquier caso un presupuesto se antoja imprescindible. Del mismo modo que no concebimos el funcionamiento de la empresa sin un presupuesto equilibrado que contemple gastos e ingresos para determinar la rentabilidad de la empresa, no deberíamos concebir las finanzas personales sin la presencia de un presupuesto.
Realmente elaborar un presupuesto no es complejo, se trata de hacer un estudio a fondo de nuestros ingresos y gastos, determinar aquellos gastos primordiales, secundarios y prescindibles y actuar posteriormente en función de los datos que este presupuesto arroje. Aquí es donde debemos detectar la cantidad de dinero que vamos a destinar al ahorro, en primer lugar para la creación de un fondo de emergencia que debe constar de tres mensualidades de los gastos primordiales, y en segundo lugar para comenzar el camino del ahorro a largo plazo junto al ahorro con objetivos.
Una cosa que se nos suele olvidar es que un año realmente da para mucho, y que si somos capaces de ajustar nuestros gastos y dedicar dinero al ahorro es más que probable que las vacaciones las tengamos resueltas sólo con un porcentaje de nuestro ahorro.
Te mostramos aquí cinco manera para aprender a ahorrar
Compras planificadas más que nunca
Siempre es importante tener una planificación de las compras realizada a partir de las necesidades reales, ahora no sólo es importante, es fundamental. En este periodo de tiempo no te interesa realizar muchas compras pequeñas, es preferible que te centres en, por ejemplo, una compra semanal. Planifica esa compra lo más exhaustivamente posible; adquiere lo que necesitas de manera pre fijada, prepara tus menús y controla tus consumos para poder acercarse lo más posible a un gasto predecible y atente tajantemente a ese gasto.
En la planificación de la compra entran en juego cuestiones que no siempre tenemos en cuenta, por ejemplo, si resulta más rentable la compra semanal, quincenal, o diaria. Realmente no es la respuesta exacta para todo esto pero parece que lo ideal es una combinación de todo ello en la que los productos a los que más ahorro podemos sacar en las grandes superficies pueden ser adquiridos semanalmente o quincenalmente, mientras que en los productos frescos no vamos a encontrar necesariamente una gran diferencia en la relación calidad/precio.
Por supuesto a la hora de planificar la compra hay que tener en cuenta variables como la distancia y el consumo de combustible etc. Si tenemos que desplazarnos 100 km para realizar la compra una gran superficie probablemente sea más interesante realizar una gran compra quincenal o incluso mensual.
Por otro lado, repetimos, nunca acudes a realizar una compra de estas características sin una lista de la compra realizada previamente y muy meditada. Atente a esa lista, ya que, un elevado porcentaje de gasto en los supermercados tiene que ver con la compra impulsiva de productos no estrictamente necesarios, y ahora estamos en economía de combate para poder ahorrar para las vacaciones.
Otra opción que siempre resulta interesante pero que ahora puede ser una gran ayuda para este ahorro de choque. El acceso a descuentos, cupones o bonos de descuento puede acabar proporcionando un ahorro verdaderamente notable, sobre todo si lo aplicamos a los gastos insustituibles dentro de esta política de restricción del gasto, es decir, todavía podemos apretar un poco más el control del gasto si, por ejemplo, sobre una cesta de la compra planificada podemos aplicar descuentos. Recuerda, esto no es el modelo ideal de ahorro, es una propuesta de ahorro de choque.
Plantéalo como un reto personal
Desde luego esta es la mejor idea para poder consignar todas las anteriores. Realmente el esfuerzo que va a requerir aplicar medidas tan tajantes de ahorro sólo se puede entender bien desde un reto personal que nos motive lo suficiente como para aplicar este esfuerzo.
Ni que decir tiene que en este periodo tan radical de ahorro tienen cabida opciones tan interesantes como plantearse la eliminación de consumos nocivos y caros como el tabaco, la aplicación de tácticas de ahorro por primera vez como por ejemplo mantener días de gasto cero y en general aprovechar para sacar conclusiones cara a un proceso de ahorro constante menos radical, más sostenido en el tiempo, y que nos permita no tener que acudir en un futuro próximo a tácticas tan agresivas para nuestro bolsillo.
Realmente estamos hablando de una acción de choque que muchos no podemos llevar a cabo, por ejemplo, las familias con niños van a tener muchas dificultades a la hora de realizar un esfuerzo como este. Sin embargo, aunque sólo sea de manera parcial y aunque sólo lograremos parte de los objetivos, este tipo de planteamientos tienen un valor a tener en cuenta.
Y es que uno de los peores enemigos del ahorro es la falta de hábito para ahorrar. Desafortunadamente en nuestras escuelas la cultura financiera no es ninguna prioridad en absoluto, los niños apenas aprenden a valorar el dinero del punto de vista del cálculo matemático, pero no se les explica cuestiones importantes como las deudas, el ahorro, la rentabilidad, los presupuestos y el control de los gastos. Probablemente si tuviéramos un poco más de cultura financiera el ámbito del ahorro se instalaría nosotros desde muy pequeños, con lo cual evitaríamos tener que acudir a escenarios drásticos como el que estamos planteando en este artículo.
De todos modos, si esto sirve para que puedas valorar de manera profunda en la economía doméstica, conocer mejor los gastos e ingresos, aprender donde puedes reducir costes y donde puedes apretar un poco más en racimos, servicios y prestaciones, ya es en sí mismo un gran valor a tener en cuenta.
Ideas para mantener tu casa fresca y ahorrar en este post
El reto de los 30 días
Junto a los consejos anteriores queremos proponerte un reto de ahorro muy potente, difícil, pero que puede ayudarte en esta tarea doble de tratar de ahorrar rápidamente para unas vacaciones, y aprender a descubrir tus gastos e ingresos de manera más profunda para mantener el alto del ahorro.
Te vamos a proponer un plan de choque para 30 días, este plan de choque debería iniciarse en el día de cobro a principios del mes que corresponda, en este caso julio. Esto es bueno porque en la parte final del plan, donde más esfuerzo económico hay que hacer, nos encontraremos ya cerca de cobrar la siguiente nómina o incluso ya la habremos cobrado.
Como cualquier plan drástico aquí lo que no vale es hacer trampas en solitario, si rompes la cadena de ahorro o retiras dinero del fondo esto nos servirá para nada. Así que busca la fórmula que mejor te venga, desde una hucha tradicional hasta ir ingresando el dinero en una cuenta bancaria o similar.
El plan es el siguiente vamos a trazar un modelo de ahorro sistemático y creciente. El primer día depositaremos un euro en la cuenta o en la hucha que hayamos elegido, el segundo día haremos lo propio pero con dos euros, el siguiente tres euros, y así sucesivamente hasta alcanzar el día 30 en el que deberemos aportar 30 € al bote de ahorro.
Opción A creciente
DIA | APORTACIÓN | ACUMULADO |
1 | 1€ | 1€ |
15 | 15€ | 120€ |
30 | 30€ | 465€ |
Ni es un método perfecto, ni probablemente con los 465 € te alcance para unas vacaciones excesivamente lujosas, pero, desde luego es una manera de choque para enfrentar una situación de falta de control de las finanzas personales y de necesidad imperiosa de ahorro.
Opción B decreciente
Obviamente, desde el punto de vista del alto del ahorro, la sal de este método consiste en que a medida que va avanzando el mes y que más dificultades tenemos actualmente para controlar el dinero, más nos exige. De hecho, podríamos perfectamente plantear este mismo sistema pero al revés, es decir empezar por las aportaciones más elevadas en el día de cobro y terminar con las aportaciones menos elevadas a final de mes, es otra opción pero que no va a permitir indagar tanto en el control de gastos, ya que va a resultar más fácil los primeros días y puede que nos acomodamos de tal modo que cuando tenemos que afrontar los pagos finales incluso nos veamos juntos para afrontarlos