Como todo en la vida, el ahorrar todo es empezar porque en demasiadas ocasiones el problema viene porque no sabemos muy bien por donde empezar a ahorrar y acabamos por gastar más de lo necesario en cuestiones superfluas que realmente no nos aportan nada más que gastos innecesarios.
Por ello vamos a ver unos pequeños consejos que debes de tener en cuenta para empezar a ahorrar, y acabarás siendo todo un experto de manera que ahorrarás ya sin darte cuenta, casi por inercia.
1. Apunta lo que gastas: Esta labor puede parecer tediosa, pero es fundamental para empezar ahorrar. A lo largo del día gastamos y gastamos sin darnos cuenta, sin dar valor al dinero que vamos pagando por pequeñas cosas, un café, un periódico, una propina en un bar, etc. Al ser cantidades pequeñas luego nos las recordamos, pero si lo llevamos todo apuntado y lo comprobamos al final de mes nos daremos cuenta de que con ese dinero que se nos está yendo en pequeñas cantidades podríamos pagar más de una factura.
2. Los pagos primero: Los pagos son ineludibles, nos guste o no, por lo que siempre deben de ser la prioridad al comienzo de cada mes. Lo mejor es que te hagas una lista de los pagos que te vienen con carácter mensual, así como todos aquellos que te vienen en un mes concreto, y en esas fechas guarda el dinero aparte para pagar esas facturas. Así sabrás el dinero que tendrás disponible para los gastos del día a día, y no te llevarás sorpresas de última hora al no poder pagar determinadas facturas.
3. Elimina lo superfluo: La mayoría de nuestros gastos los realizamos en cuestiones superfluas que no nos sirven de nada. Creemos que son esenciales para nuestra satisfacción personal, para nuestro placer, pero no es así, más bien al contrario, porque lo único que hacen es crearnos obligaciones y mantenernos atados a unas posesiones materiales que no nos llevan a ningún lado. Una vez que hayas encontrado todos esos gastos superfluos elimínalos, sin miedo, y no vuelvas a caer en ellos.
4. Haz partícipe a tu núcleo familiar: De poco te servirá que tengas el convencimiento de que hay que ahorrar y que te elimines de determinados gastos, si luego tu núcleo familiar no te acompaña. Por ello, el ahorro nunca puede ser una cuestión individual, sino que debe de ser un concepto familiar. Tienes que convencer a todas aquellas personas que compartan domicilio e ingresos contigo de la necesidad del ahorro y de las fórmulas adecuadas para conseguirlo.
De esta manera, y casi sin darte cuenta habrás conseguido ahorrar mucho dinero que te ayudará a llegar a final de mes sin problemas y tener algo de más para tus gastos personales.
Mi felicitación por este blog, que podría ser escrito perfectamente por un niño de 10 años… Toma una pi-ruleta campeón.