Hablar de salud financiera no es solo organizar las cuentas o ahorrar, aunque esas son buenas bases. También se trata de aprender a sacarle partido a ese dinero que tienes.
Porque, seamos sinceros, tenerlo parado no ayuda mucho, especialmente si la inflación sigue subiendo como en 2022, cuando cerró en un 8,9 % en septiembre. ¿El resultado? Todo más caro y tu dinero valiendo menos. Por eso, invertir de forma segura puede ser tu mejor aliada para combatir esa pérdida de valor.
Empieza con una estrategia
Antes de lanzarte a invertir, hay que hacer un poco de autocrítica. ¿Cómo estás manejando tu dinero? ¿Qué podrías mejorar? Y lo más importante, ¿qué objetivos tienes? No es lo mismo querer ahorrar para un viaje que planear una jubilación cómoda. Ah, y otro detalle: ¿te sientes cómodo asumiendo riesgos o eres más conservador? Esto marcará mucho tus decisiones.
Una vez tengas claro dónde estás y a dónde quieres ir, toca diseñar un plan. No te preocupes, no necesitas ser un gurú de las finanzas. Aquí tienes algunas ideas básicas para empezar.
Traza tu hoja de ruta
Primero, decide cuánto dinero puedes invertir y por cuánto tiempo. Por ejemplo, si tienes 30.000 euros y no te gusta mucho el riesgo, un depósito a plazo fijo podría ser una opción interesante. Son sencillos de entender, garantizan tu inversión hasta 100.000 euros por entidad y pueden ofrecer rentabilidades de hasta un 2,70 % TAE en dos años. Fácil y sin sobresaltos.
Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta
Una regla de oro: no inviertas todo lo que tienes. Siempre, siempre, deja algo a mano por si ocurre un imprevisto. Lo llaman fondo de emergencia y, créeme, te puede salvar en un momento complicado.
Cuentas remuneradas: dinero trabajando mientras tú lo usas
Si buscas algo más flexible, las cuentas remuneradas son una buena alternativa. Estas cuentas te pagan intereses por el dinero que depositas. Hay dos tipos principales:
Cuentas corrientes remuneradas, que te permiten hacer todo lo que harías con una cuenta normal (pagar, recibir la nómina, transferencias…).
Cuentas de ahorro, que son similares pero enfocadas a guardar dinero y fomentar el ahorro.
Ambas ofrecen acceso inmediato al dinero y algunas llegan a dar hasta un 5 % de rentabilidad. Eso sí, suelen limitar el saldo máximo que rentabilizan, así que lee bien las condiciones.
Si quieres ir más allá, prepárate
¿Te planteas invertir en algo más complejo? Perfecto, pero aquí hay una regla fundamental: entiende en qué te estás metiendo. No inviertas en nada que no comprendas. Antes de poner tus ahorros en juego, investiga sobre el producto, sus riesgos y cómo funciona el mercado.
Una opción interesante para principiantes son los robo advisors o gestores automatizados. Estas herramientas analizan tu perfil y tus objetivos para crear una cartera diversificada que se ajuste a tus necesidades. Básicamente, hacen el trabajo duro por ti, pero siempre es buena idea estar informado.
Un consejo final, pero no menos importante: fíjate en las comisiones. A veces, lo que parece una buena rentabilidad se diluye cuando empiezas a pagar costes ocultos. Revisa bien la letra pequeña antes de contratar cualquier producto.
Cuidar tu salud financiera no tiene que ser complicado, pero requiere atención y un poco de estrategia. Con estos pasos, no solo protegerás tu dinero, sino que también lo harás crecer de forma inteligente. ¡Tu bolsillo lo agradecerá!