Seguramente, el esfuerzo diario para lograr obtener una cuota de ahorros hace más valioso aún ese capital ganado. Por eso, a la hora de elegir dónde guardarlo es importante tener en cuenta distintas opciones, con las ventajas y desventajas que presenta cada una.
La primera opción será guardarlo en su casa «bajo el colchón». Y esto lo puede hacer en la moneda local o en otra moneda. O bién invertirlo en objetos con alto valor de reventa y cotización de mercado, como por ejemplo el oro, o en una obra artística reconocida. Esta opción es muy cómoda, pero para dormir tranquilo será mejor que contrate un seguro que cubra esos valores ahorrados, porque nadie está exento de que suceda algún imprevisto, tal como robo, hurto o incendio.
Otra opción es colocar sus ahorros en una institución bancaria, a modo de inversión. Existen distintos tipos de inversiones que ofrecen estas entidades.
Una de ellas es mediante la apertura de una caja de ahorros, que paga intereses muy bajos, y aveces no compenzan la cuota de mantenimiento de la cuenta, pero dispone de su dinero en todo momento, pudiendo retirarlo desde un cajero ATM.
Otra es invertir en un depósito a plazo fijo, que le abonará intereses un poco más elevados a cambio de tener inmobilizado el capital por un período de tiempo.
Además, contar con una cuenta bancaria le aporta una historia crediticia, que le facilitará las cosas cuando desee tomar un crédito. Y las facilidades de operar via telefónica o por internet para efectuar giros, pagar impuestos, etc.
Estas son las dos formas más comunes y habituales de cuidar sus ahorros, para que al momento de querer utilizarlos estén disponibles en todo su capital.