Los gastos del invierno y las navidades (que se aproximan) tan complicados para muchas familias, resultan un buen momento para que aquellas personas que aún no realizan una buena planificación de su cesta de la compra comiencen a hacerlo. Vamos a tratar de aportar algunas ideas para ello.
En cualquier caso, del mismo modo que buscar el control de los gastos e ingresos y el equilibrio entre ambos, planificar la cesta de la compra depende en buena medida del esfuerzo y voluntad de cada persona, por ello, la igual la cantidad de ideas que se puedan decidir si no se tiene la voluntad real de aplicar estas políticas de gasto doméstico, que en muchos casos son realmente restrictivas.
Comenzando a planificar
Haz una lista, anota todo lo que realmente necesitas comprar y atente exclusivamente a ello. Disciplínate de manera que lo que no lleves anotado no se contempla en la compra; al principio cuesta después es tremendamente eficaz y un buen arma contra la compra compulsiva que es el mayor enemigo del ahorro en la cesta de la compra.
Ármate de todos los descuentos posibles previamente a salir de compras. Míralo detenidamente en casa, calcula que ofertas, cupones o descuentos te resultan más interesantes para comprar determinadas cosas. No dudes en comprar en sitios diferentes siempre que no te suponga un coste de desplazamiento superior al coste de ahorro.
Sacar partido a las ofertas en la cesta de la compra
Invierte tiempo en revisar las plataformas en internet de los fabricantes de los productos que más utilizas. No resulta raro que ofrezcan descuentos o cupones regularmente.
Estudia las compras online. En muchas ocasiones la comparativa entre la compra online que los supermercados ofrecen y la compra presencial puede salir a favor de la primera en lo que ahorro se refiere, tenlo siempre presenten y realiza comparativas en este sentido.
Parece una tontería pero está comprobado que no resulta bueno para nuestro bolsillo acudir hambriento a los supermercados. Se tiende en estos casos comprar más comida de la necesaria así que acude a comprar habiendo comido algo.
Usa las marcas blancas. El ahorro en una cesta de la compra normal cuando se acude a la compra de marcas blancas ronda el 30%. Además prácticamente todos los grupos comerciales aplican desde hace años en mayor o menor medida políticas iguales o similares a las de las marcas blancas a los productos frescos.
Ahorrar comprando
Compara bien los precios dentro del centro comercial. En muchas ocasiones productos similares se venden en diferentes espacios del centro comercial y, sin embargo, no cuestan exactamente lo mismo. Por ejemplo esto es aplicable a los embutidos ya envasados o los que nos pueden servir en la charcutería: compara los precios y elije el mejor para tu bolsillo.
Repasa in situ las cuentas después de abonadas. Es costumbre tan saludable de nuestras abuelas de repasar la cuenta sin abandonar el espacio comercial puede ser fuente de un buen ahorro. Debemos tener en cuenta que las ofertas y descuentos se multiplican y no siempre se reflejan correctamente, además, por supuesto de que siempre existe la posibilidad de error humano.
Curiosamente no resulta recomendable acudir a las muestras de comida gratuita. Existe una relación causa efecto en muchas personas entre consumir estas muestras y comprar, como ya hemos comido anteriormente (tal y como se recomendaba) esto debería ser sencillo.
Elimina lo verdaderamente superfluo de la cesta de la compra. Aunque resulta difícil es posible eliminar poco a poco de nuestras compras lo superficial, que es culpable de un porcentaje alto del gasto de nuestra cesta de la compra. Hágalo de manera gradual, empiece por ejemplo por los refrescos, perfectamente prescindibles (además su salud lo agradecerá) y sustituibles por bebidas hechas en casa a base de zumos, etc…