Que Amazon es un punto de venta en el cual podemos encontrar prácticamente de todo resulta un hecho irrefutable, sin embargo, que algo esté en venta no significa necesariamente que la plataforma sea el mejor de los marcos para su adquisición: éstas son algunas cosas que tal vez no resulte tan recomendable adquirir en Amazon.
Claro está que no se trata en este caso de aplicar criterios basados en las apreciaciones personales sobre un producto, sino en cuestiones prácticas, tanto relacionadas con lo que se va adquirir como con las condiciones en las que se va adquirir y, fundamentalmente con el precio final de la operación. Por tanto, efectivamente, lo que tal vez para unos no sea recomendable puede que para otros no resulte descabellado… esta es una de las máximas que siempre hay que tener en cuenta en las compras por Internet.
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Aún así entrar en Amazon convencido de encontrar los mejores precios en todas los posibles ofertas puede acabar con pagos por encima del los costes que podríamos haber obtenido por los mismos objetos en otras circunstancias o entornos comerciales, el hecho de poseer el mayor volumen de ofertas y descuentos de la red no implica que todos sean necesariamente rentables.
¿Sin envío gratuito?
Esta es una cuestión a tener en cuenta siempre. La tendencia a valorar el precio del producto es natural, nos fijamos siempre en estos precios ya que son los que nos generar la sensación de estar ante una buena o mala oferta. Sin embargo, tomar la decisión previamente, sin valorar el impacto de los costes de envío, es una de las causas más frecuentes de adquirir productos que tal vez no hayan supuesto tanta ventaja económica, incluso pueden acabar resultando más caros que en otras opciones.
Debemos acostumbrarnos por sistema sumar inmediatamente de la tarifa de envío al precio del producto, esto nos da una visión más global y nos permita tomar decisiones inmediatas poco reflexionadas.
¿Capítulos sueltos de series?
Tal vez no sea una compra excesivamente popular en nuestro país pero sin embargo en otros mercados si lo es. Sin embargo, en este caso no es una compra excesivamente rentable y cede mas ante el impulso fan que ante una verdadera reflexión sobre lo que estamos comprando: por ejemplo, resulta más económico a medio plazo suscribirse a los canales de emisión de las series que la adquisición de estas por capítulos, incluso, aunque en este caso habrá que esperar, resulta mucho más barato adquirir la temporada completa en un pack.
Artículos agotados, últimas unidades
En cualquier entorno comercial los anuncios de últimos unidades, producto agotado o a punto de agotarse, producto que será retirado en un plazo concreto de días, deben siempre mirarse con lupa, es uno de los ganchos comerciales más antiguos y, aunque en ocasiones obviamente se trata de la realidad y efectivamente puede proveer algunas ofertas, es elevado el porcentaje de de ocasiones en las que o bien el hecho de ser las últimas piezas encarece la oferta o bien simplemente no existe tal discontinuidad y se trata de una campaña comercial con lo cual tampoco obtendremos la excelencia en los posibles descuentos.
Artículos especializados
Tenemos ya adquirida cierta tendencia a pensar que siempre vamos a obtener en Internet el mejor precio, esto no es verdad y debiéramos tenerlo muy presente a la hora de comprar cualquier cosa pero fundamentalmente artículos realmente especializados. No estamos hablando de artículos de alto coste (que también se podrían incluir) si no de productos que realmente requieren un plus de búsqueda debido a su especialización. Estos productos por sus propias características de modelos de distribución y comercialización pueden encontrarse perfectamente en las tiendas especializadas a mejor precio que en un ámbito generalista como Amazon: además esto es aplicable a todos los sectores y todos los segmentos comerciales.
¿Todo lo digital es comprable? no siempre
Esta es otra de las grandes cuestiones no tan claras cuando compramos en internet y en este caso en Amazon. Pareciera que todo lo digital tiene necesariamente que ser más barato que la oferta correspondiente offline, y sin embargo no siempre es así, cada vez en mayor medida se dan situaciones en las que, por ejemplo, los contenidos digitales son más caros que los contenidos offline y encontramos ofertas de un DVD o CD mucho más baratas que la propuesta digital o libros más económicos que su contrapartida en formato ebook.
