En los últimos años se han puesto de moda los programas televisivos donde los caza tesoros, bien desde sus propios comercios, bien buscando a pie de calle, buscan en las pertenencias de los demás esos objetos valiosos que a veces se convierten en auténticos tesoros.
También en nuestros hogares podemos encontrar objetos que valen más de lo que creemos, objetos que, en muchas ocasiones, no son valorados por los propietarios en su justa medida. Vamos a repasar algunas de entre estas cosas valiosas que pueden pasar inadvertidas.
No se trata de pensar que todos tenemos grandes tesoros olvidados en nuestros desvanes o en la caja de los cachivaches, pero, muchas veces es cierto que poseemos objetos a los que no damos el valor de mercado que pueden tener para determinados perfiles como por ejemplo los coleccionistas, objetos que en algunos casos, es cierto, pueden alcanzar precios muy elevados.
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Viejos aparatos electrónicos
El avance de las nuevas tecnologías permite que piezas de no tanta edad sean ya a fecha de hoy auténticos clásicos. Las subastas de Internet, como para casi cualquier cosa que deseemos valorar, son un buen termómetro en el que encontrar la media de precios en los que se mueven estos aparatos, en algunos casos más elevada de lo que pensamos.
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Juegos y juguetes
Existe entre un amplio grupo de coleccionistas con una devoción inmensa por determinados juegos y juguetes, el campo es muy amplio y va desde las figuritas de acción hasta las primeras consolas de videojuego lanzadas en los años 90, que, dependiendo del grado de conservación, alcanzan en algunos casos precios verdaderamente elevados.
Cartas coleccionables
A pesar de que efectivamente en países como Estados Unidos el volumen de mercado para las cartas coleccionables tanto de cromos antiguos como de juegos modernos con cartas raras o únicas es mucho mayor que en nuestro país, esto no implica que no haya un mercado también en nuestras fronteras para estos productos. En el caso de los cromos vintage se han alcanzado auténticas fortunas por piezas consideradas únicas, muchas de ellas encontradas por casualidad en colecciones particulares olvidadas.
Monedas
Si no se tiene conciencia de tenerlas, algo que puede ocurrir por ejemplo tras recibir una herencia con diversos objetos de escaso valor, se puede perfectamente perder el rastro del valor de las monedas antiguas durante generaciones. Sin embargo, las monedas antiguas en algunos casos alcanzan precios astronómicos dependiendo de diversos factores como acuñación, cantidad de la emisión, periodo histórico, conservación, etc.
Discos antiguos
El de los vinilos es un asunto más complicado. Se viene a tener la tendencia a pensar que un disco antiguo sólo por su antigüedad ya tiene un valor elevado, sin embargo esto no es necesariamente así. En cualquier caso es cierto que existen algunos discos concretos sobre los que la demanda de los coleccionistas es enorme, y, por tanto, alcanzan precios en concordancia. En España por ejemplo existen joyas como Vainica Doble de Vainica Doble por el que se han llegado a pagar cerca de 3.000 euros.
Viejas revistas y material gráfico
Ocurre algo muy similar a lo que pasa con los vinilos, y es que, todas las revistas o prensa antigua necesariamente no tienen un valor especial, sin embargo, existen piezas que alcanzan valores astronómicos. Es cuestión de buscar cuáles son esas piezas y contrastar con nuestro baúl de cachivaches por sí se diera la suerte de poseer una de ellas.
Sellos
Los sellos, de los que tenemos más conciencia en lo que coleccionismo se refiere que sobre muchas de las cosas anteriores, son también una posible fuente de ingresos en caso de tener la suerte de poseer piezas valoradas. Sin embargo, es mucho más frecuente encontrar en todo caso o bien colecciones de escaso valor o imitaciones. En cualquier caso debemos saber que una pieza buscada puede alcanzar también precios muy elevados.