Recientemente, el Banco de España ha calculado que el nivel de ahorro de las familias españolas, ha supuesto un 2,5% del Producto Interior Bruto del país.
Y es que, desde la llegada de la pandemia, las familias han comenzado a ahorrar por miedo a una crisis económica o imprevistos derivados de la misma. A esto hay que añadir también las numerosas restricciones de movilidad y ocio, que en total han supuesto alrededor de 28 millones de euros.
Razones por las que el nivel de ahorro se ha disparado durante la pandemia
El Banco de España ha publicado un artículo en el cual se habla del nivel de ahorro seguido por los usuarios españoles desde el mes de enero de 2020, hasta el mes de septiembre de ese mismo año, puesto que es el último dato oficial sobre ello.
Por medio de este, se ha descubierto que en la zona euro y en nuestro país, el nivel de ahorro de las familias ha ocupado alrededor de un 3,5% del PIB por encima de las cifras observadas de media durante los tres primeros trimestres pertenecientes a los últimos cinco años.
Los expertos encargados de realizar este artículo, destacan principalmente dos motivos que han logrado hacer retroceder de manera histórica el nivel de consumo en los hogares. Por supuesto, se refieren al miedo provocado por la incertidumbre económica que ha provocado la pandemia, mediante el cual las familias han decidido ahorrar la mayor cantidad de dinero posible.
Después, nos encontramos con todas las restricciones de movilidad impuestas en cada comunidad autónoma con el objetivo de reducir la cantidad de contagios, algo que ha limitado enormemente la capacidad de ocio y de consumo de los usuarios. Principalmente, han sido estos dos factores los que han provocado el denominado ahorro forzoso por parte de las familias.
Desde el propio Banco de España, explican que el hecho de que el retroceso más pronunciado del consumo se haya observado precisamente en aquellas partidas de gasto asociadas al transporte o que conllevan un mayor grado de interacción social y que, por tanto, se han visto más afectadas por las restricciones apuntaría también al carácter predominantemente forzoso del aumento del ahorro de los hogares.
Así, se llega a la conclusión de que el aumento de ahorro que se ha dado es el reflejo de una caída del consumo de los hogares mucho más acusada que la de las rentas, pues estas últimas han estado sostenida en cierta medida, por las ayudas públicas que se han desplegado para mitigar los efectos económicos adversos de la pandemia.
Con la llegada de las vacunaciones, que van a contribuir a un aumento del control sobre la pandemia, se espera que se libere algo del ahorro privado que se ha realizado hasta el momento, lo que podría imprimir un mayor vigor a la recuperación del consumo.
