Entre las malas costumbres del dinero está de la desaparecer, como aquel amigo con el que estás de juerga, te das la vuelta y de repente ya no está ahí. Además, en este caso es muy posible que también se haya ido con la chica más guapa del bar, sólo que la rubia aquí son una amalgama de gastos como, por ejemplo, esa juerga que te estás corriendo.
El problema en este punto es la diferencia entre lo que cuesta ganar dinero y lo rápido que se gasta. En un mundo ideal, todos seríamos capaces de equilibrar la balñanza y sacar el máximo partido de nuestro capital gastando sólo en lo que realmente nos hace felices y nos llena.
Lo que ocurre es que las tentaciones son muchas, com también lo son los trucos de marketing y ventas para que gastemos más de lo que queremos y muchas veces donde no queremos. Si a esto le sumamos una fuerza de voluntan no siempre tan férrea como nos gustaría, el cocktail se traduce en llegar casi siempre justito a final de mes. Si ese es tu caso, estas son diez fórmulas de prepararte para ahorrar, gastar menos y tomar el control de tus finanzas:
1- Haz algún curso sobre finanzas personales. Hoy en día la formación gratuita prolifera y hay por la web interesantes guías sobre cómo gastar menos y aprender a planificarte. Además, muchas de ellas servirán para que te des cuenta de lo importante que resulta ahorrar a largo plazo e invertir para tu jubilación, ¿Necesitas alguna referencia?
2- Avergua cuánto cuesta una hora de tu vida. ¿Sabes cuántas horas de trabajo te está costando la juerga de la que hablábamos al principio del post? Seguramente uno o dos días como poco ¿Ha merecido la pena? Traducir tus gastos en términos de horas de trabajo o de cualquier otra medida que para ti sea significativa -un conocido mío medía su gasto en videojuegos en copas, calculando lo que dejaba de gastar en bebida cada vez que se quedaba jugando en casa-
3- Calcula cuánto necesitarás al jubilarte. ¿Sabes el dinero que necesitarás para mantener tu actual nivel de vida al jubilarte? Las grandes cifras siempre asustan y esta es una de las que más. Prueba alguna de las calcudoras del mercado y ya verás lo pronto que tu perspectiva sobre el gasto supérfluo empieza a cambiar. En el peor de los casos habrás por lo menos dado un pequeño paso en concienciarte sobre la necesidad de planificar tu futuro financiero.
4- Anota tus gastos por escrito. Aunque ya lo hemos comentado en anteriores ocasiones, el efecto que tiene poner por escrito tus gastos detallados puede hacer replantearte la forma en la que actualmente gastas tu dinero. Dicho de otra forma, haz tu presupuesto y comienza a sorprenderte en dónde estás ‘tirando’ tu capital.
5- Dí adiós a la tarjeta de crédito. Lleva dinero en metálico en lugar de pagar con tarjeta. Tu cerebro funciona de forma diferente cuando opera con dinero real. ¿Quieres saber por qué?
6- Ahorra para algo que realomente quieres. En lugar de comprarlo directamente, empieza a ahorrar para algo que quieres de forma planificada. Si además se trata de un producto relatiamente costoso y que no te comprarías ‘de primeras’, tanto mejor. Esto servirá de motivación para que evites gastar en otras cosas o, por lo menos, te lo pienses. Al final, el esfuerzo de postergar el premio por ahorrar hará que te replantees otros gastos y hasta qué punto son necesarios o te llenan.
7- Descubre tu debilidad consumista y cuánto supone. Pueden ser las cervezas, los videojuegos, salir a cenar, salir de marcha, zapatos… Lo cierto es que no importa. Descubre cuál es esta debilidad y calcula cuánto supone al mes y al año. Las grandes cifras siempre ayudan a poner todo en perspectiva. Eso sí, valora también hasta qué punto te hace feliz y te llena. Si es así, ahorra para poder seguir con ella.
8- Planifica cómo pagarte a ti mismo. En línea con lo que acabamos de comentar, descubre qué te hace feliz y cómo conseguirlo dentro de tu presupuesto o como debes ahorrar para lograrlo.
9- Piensa en los gastos no planificados. O directamente planifica para lo imprevisible y crea un fondo de ahorro.
10- Aprende a valorar el dinero. Esta es la enseñanza final. Las personas que conocen el verdadero valor del dinero y lo respetan, son menos propensas a gastar más de la cuenta. Eso sí, nunca pierdas de vista que el dinero no es un fin en sí mismo,sino un medio para conseguir otros fines, ser más feliz y vivir más libre.
¿Te ha parecido interesante? Si es así no te olvides de compartirlo en redes sociales ni de dejarnos tus trucos para mantener a ralla el monstruo consumista que todos llevamos dentro.
Imagen de Doremi shutterstock
Buenos consejos para ahorrar y mas con la que esta cayendo