Corren tiempos económicamente difíciles para la mayoría. Nos falta crédito y los productos siguen, aunque menos que antes, subiendo de precio cada año. Ante esto, no hacemos más que buscar ofertas y descuentos que nos permitan ahorrar unos euros y poco a poco, reducir nuestro gasto total.
Los comercios son conscientes de que lo que el cliente necesita hoy en día es encontrar gangas. A nadie le gusta renunciar a la calidad pero no podemos permitirnos precios altos por lo que buscamos los mayores descuentos y la mejor relación calidad precio.
Por esta razón, cuando entramos a una tienda y vemos un producto rebajado al 70% se nos ilumina la cara. ¿Qué hay mejor que algo que antes era caro, con la calidad de un producto caro, pero a precio bajo? Cuando esto nos sucede y si estamos de acuerdo con el producto y su precio final, solemos comprar el artículo.
Los comerciantes no son tontos y para ellos también corren tiempos difíciles por lo que tienen que agudizar el ingenio para aumentar o al menos mantener su nivel de ventas. Pero, ¿llegan al extremo de recurrir al engaño? Tristemente, a veces sí.
Por supuesto, no todos los vendedores lo hacen pero algunos sí y a continuación vamos a mostrar los trucos más corrientes a los que recurren para conseguir que el cliente consuma sus productos
Y no habláis de las webs de hoteles y/o vuelos, que te dejan cookies y te graban tu IP para que cada vez que repitas búsqueda, subirte el precio para que pienses que al haber subido de precio según se acerca la fecha, subirá cuanto más se acerque para así obligarte a comprarlo cuanto antes.