El hecho de ahorrar en tiempos tan complicados económicamente para las familias de todo el mundo, parece casi un acto de ciencia ficción. A causa de la pandemia por Covid-19, han sido millones de personas las que se han visto sin trabajo y por lo tanto, sin ingresos.
A pesar de ser un momento extremadamente complicado para llevar a cabo algún tipo de ahorro, es importante tener en cuenta que cualquier cantidad de dinero ahorrada, por pequeña que sea, puede sacarnos de un apuro en el futuro. Ante la adversidad, hay que saber adaptarse de la mejor manera posible, por lo que tenemos que encontrar la manera de conseguir ahorrar una determinada cantidad de dinero, así como reajustar nuestra economía a causa de la falta o disminución de los ingresos.
Además, por desgracia no son pocas las unidades familiares que no sabían llevar a cabo un buen ahorro mucho antes de que el virus llegase a España, por lo que quizás debemos ver este momento como un aprendizaje para conseguir llevar a cabo un buen hábito de ahorro.
Para conseguir algo así, lo primero que debemos hacer es dejar de ver el acto del ahorro como el último aspecto a tener en cuenta cuando disponemos de todos nuestros ingresos en su totalidad. En otras palabras, es mucho más eficiente destinar el dinero que queremos ahorrar antes de realizar nuestros gastos, ya que así no tendremos oportunidad de gastar más dinero del que debemos.
Cuánto se debe ahorrar
Es muy común pensar que el dinero que debemos ahorrar sea solamente el dinero que nos sobre una vez cubiertos todos los gastos, pero realmente el ahorro es mucho más que todo eso. Este tipo de actitud quizás era apropiada en momentos en los que no disponíamos de escasez económica, pero en estas circunstancias el ahorro debe ocupar un plano mucho más esencial y protagonista.
Claramente, no todos vamos a ser capaces de ver el ahorro de esta manera, especialmente porque en momentos de crisis es mucho más sencillo ver la necesidad de realizar cualquier gasto antes que guardar el dinero. Esto simplemente se consigue a través de un cambio de actitud y de hábitos en nuestra manera de gestionar los ingresos. Por ejemplo, si decidimos que vamos a destinar 50 euros cada mes al ahorro, nada más recibir el dinero en nuestra cuenta, destinamos esa cantidad al ahorro, sin pensar en qué podríamos gastar ese dinero.
De todas maneras, si encontramos una seria dificultad para hacer esto, entonces lo que necesitamos es aplicar el concepto del preahorro. Es muy probable que no hayamos oído hablar de esto, pero conviene que nos informemos acerca de él para poder tener éxito con nuestros ahorros.
Los objetivos del preahorro son, principalmente, dos; el primero de ellos consiste en destinar desde el principio de mes una cantidad con la que no contamos en nuestros gastos. El segundo, es poder destinar este dinero a un producto de ahorro que nos aporte la mayor rentabilidad posible teniendo en cuenta la capacidad de riesgo que queramos asumir.
Al contratar el producto de ahorro, no nos vemos obligados por nosotros mismos a destinar la cantidad de dinero nada más comience el mes, sino que se realizará de manera automática, como si se tratase del cobro de un recibo domiciliado. Esto puede ayudar a dejar de ver el ahorro como una molestia, y empezar a verlo como realmente es, una necesidad.