Alimentar a una familia puede ser una aventura costosa. Hay una serie de formas distintas que se pueden aplicar para reducir el costo asociado con la compra, la preparación y el almacenamiento de los alimentos.
1. Programe el menú de la semana
En la semana, las comidas deben ser planeadas. Esto incluye las comidas fuera de casa y las comidas que se comen juntos. Al crear un menú para toda la semana, una lista de compras puede ser creada y esto será más fácil de seguir una vez en el supermercado.
2. Planifique un presupuesto
Además de un plan de menú, la preparación de un presupuesto semanal será de beneficio. Con la creación de un presupuesto, lo más importante es mantenerse dentro de ello. Si hay un plan de alimentación, será más fácil mantenerse dentro del presupuesto.
3. Reutilizar las bolsas
En el supermercado, las bolsas reutilizables deben ser utilizadas. Estos no sólo beneficia al medio ambiente, de igual forma se ahorrará dinero en el mostrador. Muchas tiendas de comestibles ofrecen descuentos a los compradores por cada bolsa de tela o bolsas reutilizables que tengan.
4. Observe el costo unitario
Al comparar los elementos, el costo unitario es lo más importante a tener en cuenta. Muchas veces, las diferentes marcas tendrán el mismo artículo envasados en tamaños diferentes. Al comparar el costo de las unidades, se puede ver fácilmente lo que está comprando y cómo se compara con la misma cantidad de otro producto.
5. Clubes de venta al por mayor
Las compras en un club de venta al por mayor a menudo salvan a la familia una buena cantidad de dinero. Sin embargo, tiene que tomar en cuenta que estas tiendas no siempre tienen las mejores ofertas. Antes de hacer las compras, necesita comparar precios con su tienda estándar.
6. Artículos genéricos cuando sea posible
Para muchos elementos, es más económico comprar la marca de la casa o su equivalente genérico. Muchas veces, estos artículos serán de la misma calidad que los productos de mayor precio.
