La inflación en nuestro estilo de vida y como hacerle frente

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Cuando pensamos en la inflación  la mayoría miramos al dato del IPC pero sin embargo el fenómeno de la inflación también puede trasladarse a nuestro propio estilo de vida. Estamos hablando de el incremento de nuestros gastos  mensuales que podremos seguir fácilmente a través del presupuesto personal.

A la hora de hablar de la inflación relacionada con nuestro estilo de vida podemos distinguir entre los gastos obligatorios y los gastos optativos o que son fruto de  nuestras propias decisiones. Empecemos con los primeros

Gastos personales u optativos

Son todos los gastos que no tienen un carácter obligatorio o que no forman parte de nuestras elecciones vitales. La mayoría de estos gastos se encuentran dentro de la partida de ocio de nuestro presupuesto mensual. El mejor ejemplo es el aumento de la frecuencia de las salidas a cenar fuera o elegir restaurantes cada vez más caros. La casuística es de lo más amplia, tanto como las opciones de ocio que existen porque habrá quienes den mayor importancia al salir por la noche mientras que otros pueden preferir gastar en videojuegos, cerveza, zapatos, ropa…

Este tipo de gastos forman parte de la inflación asociada a nuestro estilo de vida y de hecho suelen ser el principal componente que sirve para tirar al alza de la misma. Y es que resulta muy extraño que no vayamos gastando más con el tiempo. Sin embargo, también es la más fácil de limitar una vez decidimos recortar costes o revisar nuestro presupuesto.

Gastos obligatorios

En este apartado es el que está más relacionado con las decisiones vitales que tomamos. Se trata de costes asociados no sólo a nuestro estilo de vida, sino a nuestra forma de entender la vida por una parte y a otros elementos ineludibles en la vida de cualquier persona. Un buen ejemplo son los seguros de salud y de vida. Como es lógico, las primas van aumentando conforme nos hacemos mayores de forma que se convierten en un elemento inflacionista para nuestro estilo de vida.

Lo mismo puede ocurrir con el alquiler, que subirá por lo menos lo mismo que el IPC en cada renovación a no ser que cambiemos de casa,, la hipoteca, cuyas subidas escapan a nuestro control, el seguro de coche  o muchos otros gastos similares. El incremento del precio de la energía también jugará su papel si por ejemplo utilizamos mucho el coche o si queremos mantener la casa a 21ºC en verano y en invierno.

Estos gastos suelen ser algo más complicados de recortar en tanto y en cuanto no están relacionados con el ocio, sino con elementos más arraigados en nuestra vida. En el caso concreto del alquiler se podrá recortar buscando una opción más asequible, pero esto implica importantes cambios en el día a día y las preferencias personales como la zona en la que vivir, por no hablar del sin fin de molestias que supone.

¿Cómo combatir la inflación en nuestro estilo de vida?

La inflación en estilo de vida suele estar aparejada a un aumento de los ingresos en la mayoría de casos. Es por eso que muchas personas que ganan más por un aumento de suelo o por un ascenso ven que sin embargo siguen sin ser capaces de ahorrar más. La única fórmula para combatir esta inflación es el ahorro y una revisión completa de los gastos. Es decir, revisar el presupuesto mensual y tomar decisiones al respecto.

Hacer frente a unos mayores costes de vida siempre implicará un esfuerzo que puede ir en la dirección de aumentar los ingresos o de renunciar a algún gasto. Esta última suele ser la mejor vía, ya que nos aseguraremos además de estar controlando nuestros impulsos consumistas y estableceremos unos saludables hábitos de ahorro.

Y vosotros ¿Sabéis cuál es el coste de mantener vuestro nivel de vida y si este ha subido en los últimos meses?

Imagen – Karl-Ludwig G. Poggemann en Flickr

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