A cualquiera le atrae un buen viaje, ya sea de esos en los que gracias a las experiencias que vivimos en ellos acabamos creciendo como personas, aquellos en los que nos relajamos como nunca lo habíamos hecho nunca, aquellos en los que conocemos lugares diferentes y exóticos o simplemente un viaje de esos en los que desconectamos y nos lo pasamos de maravilla. Viajar, si es algo, es enriquecedor sin embargo, tiene la gran desventaja de que suele resultar bastante caro.
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Por supuesto hay muchas opciones para ahorrar dinero en desplazamientos, sin embargo, en lo que se refiere al alojamiento, que suele suponer en un viaje algo menos de la mitad del gasto total del viaje, pocas veces se nos ocurran otras opciones más allá de buscar hoteles con ofertas y en fechas poco comerciales.
La manera más barata de alojarse en una ciudad ajena es, como lleva siendo de toda la vida, la hospitalidad. La idea se basa en alejarse de negocios que van a sacar rentabilidad del dinero que nosotros ofrezcamos y, en cambio, gestionarlo entre particulares.
El intercambio de casas o el alquiler entre particulares
Se trata de una opción desde luego más barata que la de reservar un hotel o un apartamento, sin embargo, muchas personas prefieren alejarse de este tipo de alojamientos debido a la poca seguridad que consideran que les da y los riesgos que entraña.
Ambas opciones, tanto el intercambio de domicilios como el alquiler de casas entre particulares, son actividades que de ninguna manera están protegidas por las leyes españolas de consumo. Se tratan simplemente de meros intercambios entre particulares.
Precauciones a tomar
La precaución más importante que deberemos tomar será la de asegurarse de que tanto la actividad del intercambio como la del alquiler de viviendas están cubiertas por el seguro del hogar.
Nunca está de más contar con referencias, tanto de la persona que va a vivir en nuestra casa de manera temporal en caso del intercambio de viviendas, como se la familia que reside en la casa que pretendemos habitar.
Alquiler entre particulares
Máximo cuidado al redactar el contrato. Aquella persona que se decida por la opción del alquiler, deberá prestar especial atención en este trámite. Deberás estar bien estipulado:
- La duración del contrato
- La naturaleza de las prórrogas en caso de que las haya
- Un inventario detallado de aquellos que contiene la casa
- Fueros acordados: Los tribunales en los que se dirimirán los posibles conflictos y diferencias.
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Intercambio de viviendas
Es importante tener en cuenta que en este caso, no existen garantías. El intercambio se hace entre dos particulares y a título privado que mutuamente deciden de manera libre invitarse a sus casas.
Se trata básicamente de confiar en que la otra persona tratará tu casa de la misma manera que desea que la suya sea tratada.
