Esta frase no es mía, alguien la dijo antes que yo. Probablemente un economista o un pensador, no estoy muy segura pero desde luego, seguro que esa persona no era pobre. Y no lo digo porque alguien que sea pobre no sea capaz de decir esto, sino porque cuando esto se sabe, uno no se permite ser pobre.
Probablemente, esto esté suscitado algo de polémica entre algunos. No hablo de países tercermundistas, sino de personas que viven en países desarrollados, como tú y como yo. El hecho de tener acceso a un ordenador significa más de lo que muchos pueden pensar.
Me parece que antes de nada es necesario establecer en este escenario a quién se consideraría una persona pobre y qué entendemos por horas mal utilizadas. Veamos a continuación.
La pobreza
Por ser pobre no entendemos tan solo a aquellas personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, que en España son las que viven con menos de 20 euros al día, sino también a todos aquellos que tienen otro tipo de carencias.
El ser humano no solo necesita dinero y no tener alguna de las cosas que nos resultan necesarias también significa ser pobre. Si no tienes amigos en absoluto, hay cosas que se pueden hacer al respecto. Si tienes mala relación con tu familia, puedes intentar tomar medidas para mejorarla. Quedarse de brazos cruzados y conformarse nunca soluciona nada.
Horas mal utilizadas
Cuando hablo de horas mal utilizadas no hablo de horas tiradas a la basura. Es posible que hayas estado trabajando los cinco años anteriores de tu vida, que ahora seas pobre y aun así, puedo decir que tus horas estuvieron mal utilizadas, aunque recibieras ingresos.
Para evitar la pobreza, es absolutamente necesario que cada personas busque aquello en los que es mejor que el resto, aquello que le apasiona, que se le da bien y a lo que podría dedicar horas y horas sin cansarse. Cuando te dedicas a tu pasión, no eres pobre.
Por otra parte, también cabe decir que si se ha estado en la pobreza durante 2 años y no se ha conseguido salir aún, puedo afirmar casi con total seguridad que es porque no está utilizando bien las horas.
Conclusión
Para salir de la pobreza, sea del tipo que sea, no es necesario encontrar trabajo como camarero, ni tener estudios, ni comenzar a tener ingresos regulares. Para salir de la pobreza basta con plantar cara a la situación, decidir no seguir siendo pobre y hacer todo lo que esté en nuestra mano para conseguirlo.
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