Hasta hace tan sólo unos años la competencia en todos los sectores se basaba obviamente en los precios pero tenía una componente en alto grado relacionado directamente con la calidad y la diferenciación de los servicios ofrecidos por cada producto, resultaba una respuesta a un mercado boyante en lo económico, en el cual también desde la perspectiva de usuario, la diferenciación resultaba un activo importante para lo que se compraba o contrataba.
Las circunstancias han cambiado de manera radical y con ellas ha venido lógicamente una preponderancia casi absoluta de la competencia en precios, algo que obliga a quien ofrece productos o servicios a ajustar al máximo sus propuestas teniendo en cuenta los precios de los competidores directos.
Una de las opciones más habituales a la hora de ofrecer bonificaciones que mejoren en el aspecto económico de los servicios, ya viene siendo puesta en práctica por la banca desde hace relativo tiempo; la vinculación.
La vinculación no sólo entendida como la garantía de un periodo de tiempo determinado de contrato obligatorio sobre el servicio sino también desde la contratación en productos en paralelo al producto principal elegido por el usuario, esto ya desde el pasado año se ha potenciado de manera más que evidente en las grandes operadoras de telefonía a través de los servicios de unificación de factura.
Realmente este tipo de servicios unificados vienen a proponernos precios competitivos a través de la contratación de todas las propuestas en línea de las operadoras, aunando de este modo servicios como telefonía móvil con llamadas y datos o telefonía fija y servicios de Internet, todo junto bajo determinadas características de consumo dependiendo de las ofertas y a un precio unificado que realmente resulta bastante inferior que los precios independientes de cada uno de los servicios, además de las bonificaciones en descuento a sumar al conjunto de los servicios.
Estamos ante un modelo de oferta ya puesto en práctica en otros países y que tiene una aceptación realmente importante ya que no sólo propone una reducción del precio por el conjunto de servicios de la operadora que lo ofrece, sino por regla general pone a disposición del usuario la gama más alta de estos servicios.
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