Una de las formas más comunes para ahorrar en gasolina, si no queremos coger el transporte público, es utilizar otro medio de transporte privado. En este caso nos referimos a la moto. Durante estos últimos años, las familias españolas le han dado una mayor importancia al ahorro, y el cambio del coche a la moto ha sido una de las vías para gastar un poco menos de dinero en el transporte.
En relación a la economía, los gastos que supone tener una moto son mucho menores que los del coche. Tanto los gastos de mantenimiento, como los de repostaje, pasando por un seguro mucho más bajo entre otras cosas. Y por no hablar del precio de compra. Además también supone un ahorro indirecto, por ejemplo en los parquímetros de las principales ciudades o en el gasto de gasolina mientras buscamos aparcamiento.
Los atascos son comunes a primera hora de la mañana, y la posibilidad de llegar tarde al trabajo nos obliga a salir de casa con el tiempo suficiente. La moto también ahorra tiempo, sin duda el factor más valioso de los que influye en nuestra vida diaria. Por supuesto es importante ir bien preparado, con una chaqueta con protecciones, unos zapatos cerrados, pantalón largo y sobre todo un casco de talla adecuada.
Para aquellos que utilizan la moto para hacer rutas o viajes largos, es importante marcar un itinerario, para llevar claro el camino y no equivocarse, además de aumentar las precauciones por eso de ir en carretera. Es importante elegir unas coberturas adecuadas en nuestro seguro, y comparar todos los tipos de pólizas que haya en el mercado y así elegir la que más se adapte a nuestra situación. Por ejemplo, en la Mutua Madrileña ofrecen una gran variedad de seguros para moto, donde puedes elegir el tipo de cobertura y así adaptar el precio a tu bolsillo. Ver más sobre Mutua Madrileña.