Lidl se ha puesto adelante de la guerra de precios en el sector de la gran distribución y ofrece la barra de pan más popular, la que se denomina como pistola. Ahora vende la barra de pan de 250 gramos por 0,42€. El consumo medio de pan en España es de 50 kilos al año.
Esta tarifa es válida para toda España siendo una de las más agresivas del mercado. Mientras que en un Alcampo en Madrid se puede adquirir a este precio, pero en otro se vende a 0,43€. Mientras que Mercadona vende la pistola por 0,45€.
En el último año, el precio de la barra de pan de 250 gramos, la barra de cuarto, registró un descenso de media en los supermercados e hipermercados en un 33%, pasando de 0,60€ a 0,45€.
En esta llamada guerra de las grandes cadenas, también los precios se han visto favorecidos en sus descensos por la caída de la materia prima. Durante este año, el precio de la harina ya ha caído cerca del 25%. Según los datos del INE, el pan en el IPC entre Enero y Octubre ha caído un 0,5% y, en términos interanuales, un 0,7%.
En cuanto a la forma de comercializar sus panes, Lidl, comenzó en 2006 con dicha venta. Actualmente 160 tiendas de los 497 establecimientos de Lidl venden dicho pan.
En la actualidad vende su pan horneándolo ya que es un pan -precocido ultracongelado que Lidl adquiere a un proveedor francés-, luego lo pone en el punto de venta y lo ubica en un expendedor para que el cliente coja la barra.
Mercadona, comercializa en todo el territorio español la barra de pan de 250 gramos a 0,45€, cuenta con centros de fabricación propia. Por su lado Opencor, no vende la barra tradicional, su oferta ha terminado, en la que ofrecía la baguette que usualmente cuesta 1,05€ por 0,75€, similar oferta utiliza Simply Market, con ofertas de 2 x 1 en otros productos.
Por el lado de las panaderías más tradicionales, el precio de la pistola va entre 0,60€ y 1€; en las tiendas de chinos, el precio va entre los 0,40€ y los 0,60€.
En estos momentos hay una gran cantidad de boutiques del pan, pero a precios más caros arriba del euro. Mientras que las panaderías más tradicionales se han quejado de este tipo de competencia.
