Hacer una auditoría energética. Lo que necesita para obtener una calidad profesional en su calefacción es inspeccionar a fondo su casa y esto le permitirá saber dónde están las ineficiencias de la energía en su hogar. Esto es importante y vale la pena invertir el dinero. Una buena auditoría debe incluir una lista (en orden de prioridad) de las soluciones a las ineficiencias, así como la cantidad prevista de dinero que se ahorrará por hacer los cambios necesarios.
Instale un termostato programable. Un termostato programable le ahorrará dinero, ya que mantiene las habitaciones a la temperatura adecuada, y en general, aumenta la comodidad de su hogar.
Baje el termostato. Si aún no dispone de un termostato programable (y no está interesado en comprar uno), entonces baje el termostato. De esta forma, usted puede ahorrar un uno por ciento en su factura de calefacción mensual por cada grado que baje su termostato, siempre y cuando el termostato esté apagado por un período de al menos ocho horas. Comience con 68-70 grados.
Selle las fugas de sus ventanas. Idealmente, usted debe reemplazar la ventana ineficiente, a un solo panel de ventanas con vidrios de alta eficiencia. Sin embargo, usted puede utilizar masilla alrededor de las áreas apropiadas de sus ventanas para mantener las corrientes de aire frío. También puede comprar un «kit de plástico», que lo ayudará también. Normalmente, esto implica colocar una lámina de plástico al vidrio de la ventana y sellarlo con un secador de pelo. Es fácil y funciona.
Aísle su calentador de agua. Nuevos calentadores de agua vienen con aislamiento, pero muchos de los modelos antiguos no. Cuando el calentador de agua está tibio o caliente al tacto, ponga una cubierta bonita, con un aislamiento caliente sobre ella. Preste mucha atención a las instrucciones del fabricante cuando instale el aislamiento. Hay medidas de seguridad que sin duda tendrá que seguir.
Lave su ropa en agua fría. Sólo tenga en cuenta que puede lavar la mayor parte de su ropa en agua fría y de esta forma usted va a ahorrar dinero durante los meses de invierno.
