Durante mucho tiempo se consideraba el hecho de mantener una relación comercial con una entidad bancaria poco menos que una relación de por vida. Afortunadamente el plan ha cambiado respecto a las entidades bancarias, cada vez en mayor medida el usuario adquiere mayor nivel de cultura financiera y comprende, entre otras cuestiones básicas, que un cambio de entidad bancaria no tiene que suponer ningún trauma financiero para sus cuentas personales.
Dicho lo anterior debemos tener en cuenta que un cambio de entidad financiera no es tampoco algo que deba tomarse a la ligera, supone una serie de cuestiones a tener en cuenta en lo operativo que hace que, efectivamente, los cambios tengan una justificación solvente. Vamos a repasar una algunos de los motivos por cuyo conjunto o combinación puede resultar planteable cambiar de bancos.
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Mejorarán las condiciones de mi hipoteca
El elemento básico donde los haya. Una subrogación de hipoteca que mejora las condiciones de la que ya poseemos puede ser por sí misma un motivo de cambio de entidad bancaria. Lógicamente estamos hablando de una subrogación que proporcione una diferencia de costes interesantes, ya que cuando las diferencias son escasas y la posibilidad de renegociar con nuestra entidad la hipoteca siempre está abierta ( y más hoy en día cuando las entidades por mucho que digan no desea perder ni clientes ni hipotecas fiables).
Un problema a tener en cuenta en este sentido es imposible nivel de vinculación que se nos exige la subrogación. Como de costumbre debiéramos restar al resultado final de la operación los gastos que productos añadidos por vinculación supusieran, para de este modo poder calcular de manera efectiva el impacto de la diferencia.
Mejorarán los intereses de mis productos de ahorro
Esta cuestión también es importante aunque va relativa. Una mejora en los intereses basada exclusivamente en una operación de bienvenida con un período de tiempo limitado en dicha mejora puede ser interesante o no. Realmente es en la oferta de las rentabilidad estandar donde debemos buscar las diferencias entre nuestros productos de ahorro y lo que de la otra entidad.
Dado que hoy en día no existen grandes diferencias, es posible que este no sea un tema determinante por si solo a la hora de cambiar de banco, pero, si puede serlo cuando se une a otros temas que justifiquen el cambio.
Mejorarán mi cuenta nómina y productos asociados
Otro de esos temas capitales. Realmente, y a pesar de que hoy en día todas las entidades cuidan las ofertas de productos para la domikcialiación de nómina, las ventajas, servicios y valores añadidos que determinadas firmas bancarias ofrecen superan a la media de manera sensible. Cuestiones como la ausencia de comisiones, los anticipos nómina sin intereses, el acceso preferente a productos de financiación a tipos más reducidos que los del mercado, el acceso a tarjetas gratuitas y sin costo de mantenimiento…
En definitiva otro motivo de los verdaderamente importantes a la hora de tomar la decisión de cambiar de banco.
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Mejorarán mis relaciones con la entidad
En un apartado en el que caben muchos elementos; se contemplan cuestiones como el número de sucursales y su ubicación, el tipo de trato que recibimos de los empleados de la entidad, el nivel de información que la entidad ofrece sobre sus productos al cliente medio, los costes en relación a la retirada de dinero cajeros, la propia red de cajeros a la que se encuentra asociada la entidad…
Se trata de cuestiones prácticas que, realmente, muchas veces determinan como sentimos que es nuestra relación con una entidad bancaria.
Mejorará mi experiencia de uso de banca electrónica
Hace unos años tal vez este apartado se hubiera incluido en el anterior. Sin embargo, hoy en día, el uso a través de Internet de los servicios de banca electrónica constituyen ya un elemento único en sí mismo que tiene que ser considerado de esta manera. A pesar de que en general la experiencia de uso de las plataformas en Internet de las entidades bancarias es similar, siguen existiendo diferencias tanto en las formas de aprovechar los servicios como del propio volumen de servicios accesibles.
Este es otro elemento muy a tener en cuenta al cambiar de banco, sobre todo por quienes utilizan de manera habitual estos servicios.