El preahorro es probablemente una de las mejores opciones para ahorrar eficazmente. Descubre qué es y cómo aplicar el preahorro.
Ahorrar debería ser una aspiración para cualquier economía doméstica. Las finanzas personales deben concebirse orientadas no sólo al consumo inmediato, sino también a la gestión de imprevistos, a las coberturas del futuro y a los objetivos a medio y largo plazo, y el ahorro es fundamental para todo ello.
En muchas ocasiones resulta muy complejo ahorrar. Obviamente los factores económicos son un elemento a tener muy en cuenta, sueldos bajos y coste de la vida elevado son grandes enemigos del ahorro. En otras ocasiones somos nosotros mismos nuestro peor enemigo a la hora de concebir un buen plan de ahorro. Estamos diseñados, dentro de una sociedad de consumo tan global como la actual, a desear las recompensas a nuestras acciones de manera inmediata. Obviamente el ahorro no es inmediato, y por eso puede no resultar atractivo, sin embargo, es tremendamente necesario.
La primera reflexión que debes hacer antes de plantearte ahorrar en serio es por qué resulta tan necesario el ahorro en todos los casos, también en el tuyo. Mucho se ha hablado de la necesidad de ahorro para la jubilación, algo efectivamente muy necesario, pero, para quienes tienen la jubilación aún lejana, este objetivo puede parecer poco interesante. Desde luego es un error considerarlo de esta manera, pero, además, deberíamos siempre pensar que el ahorro es una fuente básica para conseguir objetivos a medio plazo sin recurrir a la financiación bancaria, es decir, comprar cosas o hacer cosas que cuestan dinero sin tener que utilizar créditos o tarjetas de crédito o similar.
Si somos de los que tenemos pereza ante el ahorro, pero, entendemos de la importancia que tiene, deberíamos buscar herramientas que nos ayuden a superar esa pereza. Probablemente el preahorro sea la mejor de las opciones en estos casos.
Qué hacer con 5000 euros ahorrados aquí te damos ideas.
Qué es el preahorro
Esta manera de ahorrar se basa en un principio muy elemental: no voy a poder gastar aquello de lo que no puedo disponer. Hay muchas formas de preahorrar pero la más común y más sencilla de poner en práctica es hacerlo a través de tu propia entidad financiera.
Para ello, solo deberemos llegar a un acuerdo con el banco para que mensualmente nos retire de manera automática una cantidad de dinero pactada según llenen nuestros ingresos. No vamos a tener acceso a este dinero ya que según entra en nuestra cuenta saldrá automáticamente en dirección a un producto de ahorro contratado.
La clave, como ya hemos dicho, es que ese dinero que has apartado no va a llegar a tus manos y portando vas a evitar gastarlo de manera innecesaria, lo has ahorrado de manera automática.
Resulta muy lógico pensar que para quienes quieren ahorrar a fin de mes es difícil, y el control de gastos no muy bueno, poder separar automáticamente ese dinero haga que tengan un ahorro que de otra manera no sería posible.
Esto tiene que ir acompañado poco a poco de un proceso también simple pero que debe realizarse de manera meticulosa: un análisis de nuestras finanzas personales que concluya con la elaboración de un presupuesto. Sin un presupuesto resulta muy difícil gestionar una economía personal, desde la base del presupuesto podrás controlar gastos, ingresos y sobre todo optimizar los primeros, algo que no solemos hacer de manera correcta.
Siguiendo estos pasos, comenzando por ese ahorro automático y por una buena revisión de nuestra salud financiera, es probable que al cabo de un tiempo no necesitemos ahorrar de manera previa ya que el hábito del ahorro y sus beneficios se habrán instalado entre nuestras costumbres, algo muy saludable.
¿Se puede preahorrar con poco dinero?
De hecho se debe hacer. En la mentalidad de ahorrar con el dinero sobrante a fin de mes no cabe, si no se ha hecho un buen presupuesto previo, ir renunciando a determinados pequeños gastos que al final podrían haberse destinado al ahorro.
La primera cuestión que debes tener claro es que cualquier cantidad es buena para comenzar a ahorrar. Habitualmente te van a decir que deberías destinar como mínimo un 10% de tus ingresos al ahorro, esa cantidad es buena y probablemente sería adecuada pero, si no te ves capaz de hacerlo al principio comienza por la mitad o incluso menos.
El caso es acostumbrarte al ahorro y poco a poco ir valorando lo que vas obteniendo, a medida que avanzas en la construcción de tu primer fondo de emergencia vas a tomar conciencia de lo importante que es haberlo creado sin duda, y fijarte nuevas metas a futuro.
El preahorro, de hecho, es la opción más indicada para aquellas economías personales con dificultades para llegar a fin de mes, puede sonar duro, pero incluso en estos casos deberíamos plantearnos destinar una cantidad previa al ahorro, y después descubrir que gastos son los que tenemos que eliminar por el esfuerzo, no hacerlo al revés que es lo habitual.