Productos de ahorro

Para comenzar vamos a definir lo que es un producto de ahorro, y dicha definicion puede ser amplia depende el enfoque que le demos, pero en esta oportunidad vamos a definirlo como aquel medio que utilizamos para rentabilizar nuestros ingresos, es decir, son distintos productos financieros ofrecidos por el mercado español.

Existen muchas formas de ahorro que ofrecen las entidades para captar el ahorro del publico y asi atraer nuevos clientes. A continuacion detallamos los distintos productos de ahorro para conocer en que consiste cada uno:

• Cuenta de ahorro: Es un depósito, en la que los fondos depositados por el cuentahabiente tienen disponibilidad inmediata, es decir, total liquidez,  y le generan cierta rentabilidad o intereses durante un periodo determinado según el monto ahorrado.
• Cuenta ahorro vivienda: En este caso el producto esta dirigido para todos aquellos que desean adquirir su primera vivienda, o bien rehabilitarla. En este caso el cliente se compromete frente a la Hacienda Pública a destinar las cantidades ahorradas a la adquisición de su vivienda habitual. De esta forma se consiguen ventajas fiscales.
• Cuenta infantil: Es una cuenta destinada a los menores, para que empiecen a ahorrar desde pequeños y, normalmente, se beneficien de servicios destinados especialmente al público infantil (entradas a espectáculos, descuentos en atracciones, etc.).
• Cuenta joven:Cuenta bancaria destinada al público juvenil cuyas edades van desde 18 a 25 años , mediante la cual dicho publico puede asociarse.
• Imposición a plazo fijo (IPF): Existen muchas opciones de inversion en este caso.Son depósitos de dinero que el cliente se compromete a mantener durante un plazo determinado (un mes, tres meses, un año, etc.) y en este caso, tambien devengan un interes, pero mayor que el que brinda la cuenta de ahorro.
• Fondos de inversión: Son opciones financieras ofrecidas a inversionistas para lograr una mayor rentabilidad con determinados riesgos a asumir. Los fondos de inversión pueden clasificarse en base a criterios legales (financieros y no financieros), comerciales (éticos, solidarios, sectoriales, etc.) y financieros (en función de su rentabilidad y riesgo).
• Planes de pensiones: Se trata de productos a largo plazo cuyo fin es  garantizar un capital o unas rentas en el momento de la jubilación del titular.
• Contratos sobre opciones: Este tipo de contrato se basa en un indice, en la evolucion de dicho indice o de un tipo de acciones. La entidad que recibe los fondos no se compromete a devolver el 100 por 100 de lo entregado a su vencimiento, sino que lo que se devuelve, y la rentabilidad de lo invertido están vinculados a dicho indice. A su vencimiento, el inversor se encuentra con que no se le devuelve el capital, sino el valor las acciones que se había comprometido a comprar, con el valor que tengan en ese momento, o las propias acciones, de forma que, si su valor es menor que el que tenían al contratar el producto, el cliente perderá parte de lo invertido.
• Depósitos estructurados: Se trata de un producto que suele tener dos partes, por eso lo de estructurado, una parte variable y otra parte fija que funciona como un depósito clásico y que es a la que se destina la parte más pequeña de la inversión, la primera parte suele ser un depósito a plazo fijo, normalmente de pocos meses, que se remunera a un tipo de interés fijo elevado e incluso llamativo y la segunda suele ser un producto financiero de larga duración y cuya rentabilidad suele fluctuar, ya sea por tratarse de un depósito cuya rendimiento depende de un índice variable, ya por ser una participación en un fondo de inversión o de pensiones sujeto por naturaleza a las fluctuaciones de los mercados.