El cambio de normativa respecto a las tarifas eléctricas y el nuevo modelo de facturación -mensual en lugar de bimensual- han disparado las reclamaciones por la factura de la luz en 2009. De hecho, el sobrecargo por parte de las compañías eléctricas se ha convertido en la segunda queja más habitual en Facua. El problema reside en que las empresas son incapaces de determinar cuál es el gasto mensual y por lo tanto se limitan a realizar una estimación de los consumos mensuales en función del historial del usuario.
En teoría, los sobrecargos se ajustan al mes siguiente, pero es algo que no siempre está ocurriendo. Una forma de comprobar si la tarificación está siendo correcta es acudir a un simulador de diferencias como el desarrollado por Facua que toma datos del periodo total de facturación real (los dos meses) y los compara con la suma de la factura estimada del primer mes y la real del segundo. Si detectamos un error habrá que ponerse en marcha. Existen diferentes formas para reclamar la factura de la luz y la vía que elijamos dependerá, sobre todo, de lo receptiva que se muestre la compañía eléctrica en nuestro primer contacto.
El primer paso para reclamar la factura de la luz debe ser siempre ponerse en contacto con el departamento de atención al cliente de la empresa que nos suministra electricidad, indicarles la incidencia y solicitar una solución en forma de devolución del dinero. Si aplicamos la lógica todo debería quedar resuelto en ese momento, pero el problema es que la razón no siempre funciona.
Por fortuna, existen otras vías de reclamación algo más pesadas pero también más efectivas. Los socios de organizaciones de consumidores como la OCU, Facua o Ceaccu pueden acudir a ellas en busca de asesoramiento. Las páginas web de estas organiciones suelen ser un buen lugar para buscar información, en muchos casos disponibles tanto para quienes pagan la cuota como miembros para los usuarios ‘de a pie’. En este sentido, Facua dispone de un apartado donde refleja los derechos del consumidor en materia eléctrica.
La siguiente vía, en muchos casos incluso la recomendada por estas asociaciones, es acudir a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) que corresponda (aquí puede acceder a un listado por municipios) y presentar la consiguiente reclamación hacia la compañía. En la página del Instituto Nacional de Consumo también podremos encontrar una completa guía del consumir e incluso formular nuestra consulta para evitar el desplazamiento (aunque este sigue siendo recomendable).